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La historia de César, el "último desaparecido" del Indio

Barreca salió del hospital el domingo y permaneció más de 24 horas extraviado. Su esposa denunció inacción policial y falta de atención médica.

15 Marzo de 2017 19:24
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Mientras muchos de los extraviados luego del recital del Indio Solari en Olavarría ya están de regreso en sus casas, una mujer vivió horas desesperadas buscando a su esposo, que asistió al show y vive en la misma ciudad.  

César Barreca tiene 31 años y desapareció en Olavarría.

De acuerdo a su relato César Barreca, de 31 años, fue ingresado al hospital en esa ciudad la noche del concierto. Sin embargo, luego desapareció durante varias horas sin dejar rastros aunque finalmente -y afortunadamente- apareció hoy alrededor de las 22.

Desinterés policial

Ruth, su esposa, le relató a BigBang que Barreca figuraba en los registros del nosocomio como ingresado a las 20.55 del sábado 11 y dado de alta el domingo a las 17. Pero no regresaba a su hogar y su familia se preocupó profundamente.

Ya buscan a César en varios grupos de extraviados. 

La policía se mostró muy poco colaborativa.

Cuando Liliana, la madre de César, se dirigió a la Comisaria 1° para denunciar la desaparición, los agentes que la atendieron le dijeron

 que seguramente su hijo se había "tomado el palo" por su propia voluntad y que volvería pronto. Y en la fiscalía de Olavarría sólo le respondieron que no tenían conocimiento de la desaparición. 

Discusión y desaparición 

De acuerdo al texto de la denuncia presentada por la madre de Barreca, el joven decidió ir al recital del Indio intempestivamente luego de discutir con Ruth. Liliana se comunicó brevemente con su hijo el domingo a la tarde pero no pudo establecer dónde estaba. 

El texto de la denuncia asentada por la madre de César. 

"Tuvimos una diferencia porque él quería ir al show y yo, con toda la gente y el descontrol, no quise ir con mis nenes", admitió la joven agregando que intentó comunicarse con César después de su partida pero se le imposibilitó por la falta de señal telefónica.

"En el hospital me dijeron que entró en estado de ebriedad y que lo dejaron ir luego de atenderlo. Que le dieron una inyección y lo mandaron a su casa. El hospital no se responsabiliza, deberían haberle dado suero hasta que recuperara la conciencia", se lamentó Ruth quien ahora, afortunadamente, pudo volver a abrazar a su esposo.