Una alumna del Colegio Secundario Antonio Biale de Colonia Liebig, Corrientes, drogó la semana pasada a una de sus profesoras sin que se diera cuenta y la dejo desvanecida por un largo rato. El hecho se dio a conocer a raíz de un posteo que realizó la víctima en sus redes sociales durante las últimas horas, en el cual relata paso a paso la trágica situación que tuvo que atravesar y por la cual sufre consecuencias psicológicas.
“Estoy destrozada psicológicamente”, declaró Andrea Correa en su cuenta de Facebook. La manera en la que la alumna, de tan solo 12 años, atacó a la mujer fue a través de unas pastillas, las cuales trituró y colocó en su botella de agua sin que docente se diera cuenta, motivo por el cual sufrió una descompensación y estuvo internada inconsciente durante cinco horas.
La propia Correa reveló que el motivo de la agresión era la manera en la que ejercía las clases: “En mi caso dicen que por ser una profe exigente y buscar que mis alumnos aprendan, sean personitas de bien, con un futuro digno de cada ser humano, el día martes pasado terminé siendo internada por la actitud de un grupo de alumnos que atentaron contra mi vida sin medir la gravedad de sus actos”.
Una de las cosas que más lastimó a la profesora, según sus palabras, fueron los dolorosos procedimientos que tuvo que atravesar en el hospital para recuperarse. “Estoy destrozada psicológicamente y marcada por los pinchazos generados en el hospital, porque tan grave fue que quedé internada inconsciente por casi cinco horas y aún desconozco las secuelas de tal atrocidad sobre mi persona”.
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Si bien la docente le pidió a las autoridades del establecimiento educativo que se cuiden y que estén atentos a estas situaciones, desde la institución emitieron un comunicado en el que avisaron que se estaban "haciendo cargo" de lo ocurrido, y pidieron que no se utilicen las redes sociales ya que eso solo "agravia" el problema. "Solicitamos a la comunidad que no se haga eco de lo trascendido en las redes sociales ámbito donde no se resolverá el problema sino que solo agrava y menoscaba los derechos de los menores y dejando que el tema se resuelva en los canales correspondientes".
“Solo aviso y pido que mis colegas profesores y maestros se cuiden, tengan cuidado con su mate, con sus botellas de agua, o cualquier otra situación. Y es que no estoy hablando de chicos grandes, sino de chicos de no más de 12 y 13 años de edad”, comentó y aconsejó Andrea.
Por su parte, el padre de la víctima habló sobre lo ocurrido y relató como fue que se entero de la situación que estaba viviendo su hija: “Yo recibo el llamado de mi hija alrededor de las 9 de la mañana. 'Papi llamame, por favor llamame', me dijo y luego colgó. De inmediato la llamo y me dice, 'por favor vení a buscarme urgente al colegio'. Así como estaba agarré el auto y salí hasta Liebig. La noté mal, estaba llorando y desesperada”, contó Hugo Correa.