18 Septiembre de 2023 10:53
Cruz Novillo Astrada volvía de una reunión con amigos que había durado desde el sábado a la noche hasta el domingo a la mañana. Cuando regresaba de esa reunión, el reconocido polista atropelló a una persona en situación de calle, la mató al instante y se dio la fuga.
La Policía de la Ciudad constató que la persona fallecida tenía 25 años y que el choque se produjo al frente de la Embajada de Francia, más precisamente en el cruce de la avenida 9 de Julio intersección calle Arroyo, en Retiro.
Luego de darse a la fuga, Novillo Astrada volvió a su casa, llamó a su abogado Rafael Cúneo Libarona que lo acompañó a la comisaría donde se entregó voluntariamente junto a su padre y a su madre. En el momento, según la Policía, “el juzgado interventor no dispuso test de alcoholemia ni narco test. Pero sí dispuso dosaje de sangre y orina de forma compulsiva”.
En cuanto a la huida de su defendido, lo “justificó” con otro hecho de accidente automovilístico en la familia: el hermano mellizo de Cruz, también murió en un accidente de tránsito. Sobre eso dijo: “El hermano mellizo de Cruz sufrió un accidente de tránsito y falleció hace poco más de un año. Y bueno, él no lo pudo sostener”. Refirió al comportamiento del polista, dijo que tenía “miedo” de sufrir represalias: “Además no sabía si esta persona estaba acompañada y tuvo miedo que, si frenaba, lo golpeen” y siguió la justificación: “Hoy vivimos todos en una sociedad muy agresiva, hay mucha agresión. Fue inmediatamente a contarle esto a su madre y vinimos con su papá a la comisaría de la jurisdicción del lugar”.
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Cúneo Libarona sugirió que el polista de 24 años “no tiene antecedentes penales” y alegó: “Va a quedar detenido hasta mañana, cuando será indagado y esperemos que recupere la libertad”.
En cuanto al chico asesinado, fuentes policiales advirtieron: “Se hizo presente el SAME, a las 5:45 constató que el hombre atropellado, de unos 25 años, se encontraba sin vida, producto de las heridas recibidas por la colisión”. Y lo describieron: “Se trataba de un hombre de 1,70 metros de altura, de contextura física robusta y que no tenía identificación. Además, llevaba como prendas una campera gris con rayas blancas en sus mangas, estilo 'Adidas', un buzo azul oscuro, remera color gris, jeans y medias”
La familia Novillo Astrada
Nació en 1999 y con 24 años ya pertenecía a la minúscula porción social que dedica su vida al polo. Antes de quedar detenido, pasaba sus días en el club La Aguada sito en la localidad bonaerense de Open Door donde perfilaba su carrera en el deporte.
Actualmente, tiene marcado un hándicap de 5 goles en la Asociación Argentina de Polo. El chico se encargó de “ensuciar” el apellido aristocrático de Eduardo Novillo Astrada a quien se reconoce puertas adentro del Asociación Argentina de Polo como un héroe tras haberse coronado campeón mundial en el año 2003 gracias a la participación del abuelo de quien se dio a la fuga el domingo, Eduardo “Taio” Novillo Astrada.
La madre del polista de 24 años trabaja como paisajista y se llama Ernestina Anchorena. Su nombre fue tendencia el año pasado cuando murió su hijo en aquél fatídico accidente de tránsito. Ene se momento, Anchorena describía a su hijo: “Era un aventurero”, contaba y sin ningún prurito explicó que su hijo violaba las restricciones por la cuarentena en plena pandemia por coronavirus: “En plena pandemia, cuando la gente estaba encerrada y tenía miedo, él se dedicó a viajar, ir a pescar y a disfrutar de la vida. Se escapaba. Hasta hizo una fiesta en connivencia con mamá, en Alberdi. Festejó su último cumpleaños con doscientas personas. A sus 21, ya había entendido de qué se trata estar vivo”.
El hecho ocurrió en 2021 cerca de Solís, a la altura del kilómetro 103 de la ruta 8, a unos 11 kilómetros de San Antonio de Areco. El hermano de Cruz se llamaba Justo y conducía un Volkswagen Gol que chocó contra un ómnibus. El resultado fue que el auto de Novillo Astrada empezó a incendiar y por tanto, murió al instante.
Su madre relata sobre ese hecho: “Justo murió en un accidente terrible. Se quemó su auto. Estaba yendo a una fiesta con sus amigos, pero ellos no vieron el accidente. Chocó de frente con un colectivo, en un lugar insólito, el peaje de Solís. Evidentemente, era su momento. Había conseguido el trabajo de su vida, que era ser guía de pesca de mosca en Montana. Al día siguiente se iba a Estados Unidos”.
