19 Junio de 2019 10:05
“Me mande una cagada”. Eso dijo a sus allegados uno de los siete policías que se encuentran detenidos e imputados por el homicidio de Silvia Maldonado el pasado domingo en la capital de Santiago Del Estero.
La declaración, que fue obtenida de fuentes judiciales por el diario El Liberal, forma parte del expediente que instruyen la jueza de Control y Garantías, María Pía Danielsen, y la fiscal Érika Leguizamón. En el banquillo, estarán sentados los policías Ángel Ramón Mansilla, Juan Carlos Chávez, Fabio Cristian Cooper, Pedro Agustín Barraza, José Ramón Revaneira, Analía Gigena, Cristian Hernán Bravo y José Miguel Abraham, el cabo 1º sindicado como el autor del disparo de la pistola 9 mm que terminó con la vida de Maldonado.
Una de las primeras defensas que esbozó Abraham fue decir que "no era consciente" de que había una bala en la recamara de la pistola; sin embargo, la hermana de Silvia sostuvo que al verla sangrando a Silvia, el policía alardeó de ser el autor del hecho.
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En forma simultánea, Jefatura de Policía abrió una investigación administrativa. Aún cuando la Justicia inicia sus primeros pasos en la causa, por estas horas ya estarían en “disponibilidad preventiva”.
En principio, se habría develado que ningún fiscal o juez les ordenaron allanar nada, trascendió. Es más, ayer los jefes recordaron que, generalmente, el protocolo que guía a los policías jamás prevé allanamientos nocturnos, mucho menos el uso de una pistola reglamentaria en la oscuridad, por el solo hecho de recibir una pedrada.