30 Julio de 2018 14:25
El juez que liberó de forma anticipada al asesino de Micaela García, Carlos Rossi, no será removido de su cargo como magistrado de Ejecución de Penas de Gualeguaychú y volverá a cumplir funciones a partir del primero de agosto, luego de que el Tribunal que lo investigó por mal desempeñó determinó que “los jueces pueden tomar decisiones equivocadas”.
Avanza el juicio político contra el juez que liberó al femicida de Micaela García: "Fui demonizado"
La balanza para que el magistrado pudiera sortear los ocho pedidos de juicio políticos en su contra la inclinó el Procurador General del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, Jorge Amílcar García, cuando decidió no acusar a Rossi.
Luego de dos testimoniales, se oyeron los alegatos de parte. Por un lado, el jefe máximo de los fiscales de la provincia basó su argumentación en una “colisión de principios”; dijo que los jueces pueden tomar decisiones erradas pero eso no constituye “causal de mal desempeño”, que “la libertad condicional” tampoco lo es, que la situación por la cual se pidió la destitución del juez es “compleja” y que hay “verdades de contexto”.
El magistrado que liberó al femicida Wagner volverá a cumplir funciones a partir del miércoles.
Rossi se encontraba suspendido en sus funciones luego de que el primero de julio de 2016 le otorgó la libertad condicional a Sebastián Wagner, quien se encontraba detenido por una causa de violación y sobre el cual pesaban varias pericias que se oponían a su libertad condicional. En abril del año siguiente, Wagner cometió el femicidio de Micaela luego de raptarla a la salida de un boliche en la ciudad entrerriana.
Suspenden a Carlos Rossi, el juez que dejó libre al asesino de Micaela García
El 17 de octubre de ese mismo año, los jueces María Angélica Pivas, Roberto Cadenas y Darío Crespo condenaron a Wagner a prisión perpetua por "abuso sexual con acceso carnal y homicidio agravado por ser con alevosía, criminis causae y violencia de género". También sentenciaron a cinco años por "encubrimiento" a su ex patrón, Néstor Pavón. El hijo de la ex pareja de Wagner, Ignacio Otero, fue absuelto.
Turnos sexuales y cocaína: los atroces detalles del brutal femicidio de Micaela
Drogas en exceso, turnos sexuales y muerte. Esos son los ejes que atravesaron la confesión de Sebastián Wagner, la joven entrerriana que fue secuestrada el primero de abril cuando volvía de bailar.
El hombre, que estaba bajo libertad condicional por una condena de 9 años de prisión por otros dos casos de violación, detalló lo que ocurrió esa noche y confirmó las sospechas del fiscal: no actuó solo. Su jefe, Néstor Pavón fue indagado como coautor del crimen.
Wagner contó que junto a Pavón violaron por turnos a Micaela.
Wagner había dicho que consumió mucho alcohol y que estaba bajo los efectos de las drogas, debido a su adicción a la cocaína. Según los testigos, en más de una oportunidad se quebró y lloró ante el fiscal Ignacio Telenta.
En su relato, detalló la madrugada del horror. Wagner confesó haber abusado y asesinado a Micaela junto a Pavón. Ambos salieron a dar vueltas en la camioneta Renault 18 break. Luego de una noche de excesos, dieron vueltas por el centro y se cruzaron con Micaela, que volvía a su casa "pateando", tal como escribió en el último mensaje que le envió a su novio.
Pavón lavó la camioneta junto a su hijo de 13 años.
Los hombres la metieron en la camioneta a la fuerza. En el trayecto al balneario Paso de Alonso, Wagner y Pavón se turnaron para violarla y la mataron. Una vez en ese lugar arrojaron el short y la remera de la víctima, junto a una soga que habrían utilizado para retenerla.
A Micaela la encontraron sin vida a dos kilómetros y medio de ahí, camino a la localidad de Victoria, en un campo de espesa vegetación.
Micaela caminaba hacia su casa luego de ir a bailar con amigas.
La joven estaba desnuda y semi enterrada. Por el avanzado estado de descomposición, los investigadores perdieron la posibilidad de obtener una prueba científica clave: el ADN para identificar a los vinculados en el ataque sexual.