01 Septiembre de 2022 14:05
La empleada doméstica María Ninfa Aquino, de 64 años, continuará detenida como sospechosa de ser "partícipe necesaria" del doble crimen del abogado José Enrique Del Río (74) y su pareja María Mercedes Alonso (72), que ocurrió la semana pasada en la localidad bonaerense de Vicente López.
La Justicia le rechazó su excarcelación luego de que se conocieran una serie de fotos de la escena del crimen, que comprometen aún más su rol en el homicidio, porque exponen lo difícil que era en ese lugar no darse cuenta de lo que había ocurrido, tal como atestiguó originalmente.
La detención es "frágil, arbitraria, carece de fundamentos jurídicos y no resiste un análisis jurídico exhaustivo", declaró ayer en su defensa el abogado Hugo López Carribero, quien argumentó ante la Justicia que su representada había estado dos horas hasta descubrir el fatal desenlace de sus empleadores.
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Hoy la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro declaró "inadmisible" el hábeas corpus que presentó el letrado. "Hemos pedido que la señora declare, pero con las tareas acumuladas que tiene la fiscalía es probable que le tomen declaración la semana que viene", detalló el defensor que había calificado la detención como "ilegítima y arbitraria".
"La aprehensión dispuesta por el Ministerio Público Fiscal, como así también en el requerimiento fiscal y posterior orden de detención emitida por el Juez de Grado, se ha violentado flagrantemente la legalidad y los límites estipulados por nuestro estado de derecho", había presentado en su escrito López Carribero.
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El defensor también definió que el trato con su clienta denota "un daño al principio de la libertad personal". "Este hecho desnuda la falta de conducencia a la buscada excepcionalidad impuesta contra dicha libertad, estimulando la violación a la necesidad, proporcionalidad de la medida, en tanto no hay motivos ni indicios vehementes de riesgos procesales concretos, tan solo una virtual presunción que conlleva a la realización de un análisis apodíctico de la existencia de peligro de fuga y de entorpecimiento probatorio", explicó.
"No existen elementos suficientes ni indicios vehementes para establecer o sostener la participación criminal" de Aquino, precisó López, y definió que "no existieron contradicciones" en su accionar.
"No se ha determinado si existió algún comportamiento de parte de mi asistido que frustró la investigación, alteró la escena del crimen o impidió el accionar de la justicia hacia el aseguramiento de la búsqueda de la verdad", reconoció.
Luego aseguró que su defendida "se encontraba en un estado de shock emocional", por la relación de tantos años, y que "acababa de encontrar muertos a sus patrones, con quienes la unía un vínculo laboral desde hace más de 12 años".
"No existe procedimiento esperable ni determinado referente a cómo actuar en éste escenario o contingencia. Es propio de cada persona el someterse a sortear emocionalmente dicho suceso luctuoso y, nada de allí puede surgir criticable y, mucho menos, sospechoso, tal y como se quiere traducir en un dictamen jurídico", argumentó López Carribero.