Desde que Nicolás Silva desapareció, hace exactamente diez días, cuando debía trasladar 70 mil pesos desde la financiera en que trabajaba hasta el microcentro, no hubo noticia alguna respecto de cuál podría ser su paradero. El paso de los días sin que nadie se comunique asusta a su familia: la lógica en estos casos si se tratara de un secuestro, sus captores ya se habrían puesto en contacto con Jésica, su esposa.
Sin embargo, nada de eso ocurrió. La madre de Nicolás, Marcela Neira, no había hablado hasta ahora. Pero el tiempo pasa y no hay noticias. Marcela no sabe qué hacer. Ahora tuvo una idea: reunirse con la gobernadora María Eugenia Vidal para pedirle que impulse la investigación.
Nicolás Silva y su madre: hace diez días, dice ella, "se lo tragó la tierra".
-¿Cómo está?
-No me siento nada bien desde que desapareció mi hijo. No puedo conciliar el sueño, estoy muy angustiada.
-¿Y no hubo ninguna novedad sobre dónde podría estar su hijo?
-No, nada de nada. Mi nuera y yo estamos en la misma. No hemos recibido ningún llamado, estamos en la espera. Además tengo un trabajo. La última vez que estuve con mi hijo fue dos semanas antes de que pasara esto. Salí de trabajar y me quedé con ellos.
Volante hecho por la propia Marcela Neira, madre de Nicolás Silva.
-¿Tiene alguna hipótesis?
-No. Mi hijo hacía cinco años que trabajaba ahí,en la financiera. Es un chico normal. Todas esas idioteces que se están diciendo de que estaba en la barra brava de Defensores de Belgrano no son ciertas. Él tiene su familia, su señora y su hija. A las cuatro de la tarde va al gimnasio y a las 10 de la noche se va a dormir porque es un muchacho normal que tiene una familia normal. El día que desapareció había hecho dos transacciones y cuando hizo esa tercera ya no apareció más .
-Perdone que insista, pero... ¿ni siquiera una pista?
-No creo que sea una venganza de nada, porque mi hijo era un chico normal. Él no se va a ir con 70 mil pesos, que es un vuelto. No lo creo capaz de eso. La cabeza me estalla porque me pongo a pensar y es como que se lo tragó la tierra, me entiende. No me entra en la cabeza lo que pasó. El abogado de la financiera dijo que Nicolás era un chico de confianza, que trabajaba para ellos... Yo tengo dos hijos, que se llevan un año y tres meses. A mí me encantaría que me recibiera la gobernadora... Estoy tratando de ponerme en contacto con ella. Tengo algunos compañeros que me están ayudando.
-¿Por qué quiere que la reciba la gobernadora?
-Porque yo vivo en la provinvia y necesitamos que alguien poderoso impulse la investigación para que aparezca mi hijo. Tengo constantemente el teléfono prendido. La denuncia se hizo enseguida. Las horas pasan y es cada vez peor. A veces preferiría que me dijeran algo, lo que sea, a esta angustia de no saber nada de nada. Nosotros no somos gente de plata, somos laburantes. Yo perdí mi departamento en una inundación y me compré una casita humilde en Moreno, trabajo los sábados, los feriados, no sé cómo investigar...
Esta tarde, los familiares de Nicolás organizan una marcha en reclamo de su aparición con vida. Será a las 19 en la esquina de Rivadavia y Libertador, en Núñez, muy cerca de la financiera donde trabajaba. Marcela estará allí: decidió abandonar el "perfil bajo" que mantuvo hasta el momento, para ver si alborotando el avispero ayuda a que aparezca su hijo.
-Ya no sé qué hacer. He hecho panfletos y los estoy pegando por todos lados. Estoy haciendo por mi cuenta las cosas. Algo tiene que pasar pronto porque no puedo más.