Está detenida e imputada del delito de “homicidio calificado por el vínculo”. Crecen las sospechas entorno a la vinculación de Claudia Ayala, la madre de Benjamín, el niño de dos hallado en un descampado de la localidad balnearia bonaerense de Ostende, con la muerte del menor.
Ayer se negó a declarar ante el fiscal descentralizado de Pinamar, Juan Pablo Calderón, y es la única implicada en una causa que tiene una pena prevista de prisión perpetua.
Claudia Ayala tiene 22 años y dos hijos. Los vecinos asegura que descuidaba a Benjamín.
Además, no permitió que le extrajeran una muestra de sangre, pelo o saliva para comparar su perfil genético con el de su hijo y con rastros hallados en el cadáver y la escena del crimen.
Según la autopsia, la muerte se produjo por traumatismo en base de cráneo con pérdida de masa encefálica.
MEDIDAS A TOMAR
El fiscal ordenará para las próximas horas la extracción compulsiva de ADN a la detenida y que se la someta a peritajes psiquiátricos y psicológicos para determinar si es imputable o no comprende la criminalidad de sus actos.
Según la autopsia, la muerte se produjo por “traumatismo en base de cráneo con pérdida de masa encefálica”, mientras que las mutilaciones que sufrió el cuerpo fueron producidas “post mortem” por animales.
El menor sin vida fue encontrado el lunes a la mañana en un descampado de dos manzanas ubicado en la esquina de Dante y Gaona, a tres cuadras de la ruta provincial 11 y a 25 del mar, en Ostende, partido de Pinamar.
Crecen las sospechas: Ayala no declara y no acepta hacer pruebas de ADN.
Un hombre que pasó por el predio vio el cuerpo y se comunicó con la comisaría local, por lo que policías se trasladaron hasta el lugar y constataron que se trataba de un niño fallecido.