El verano de 2020 estuvo signado por un caso que conmocionó a toda la opinión pública: el asesinato en manada por un grupo de rugbiers de Zárate de Fernando Báez Sosa, a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. El 18 de enero se van a cumplir cuatro años del terrible incidente que logró despertar el repudio hacia los jóvenes homicidas y por el cual terminaron los ocho en prisión. Aunque Graciela Sosa, la mamá de la víctima, todavía no tuvo un pedido de disculpas de ningún tipo por parte de los padres de los encarcelados.
Así lo informó ella misma en diálogo con Mañanísima, programa que conduce Carmen Barbieri en El Trece. "Ninguno de estos padres, que son 20, porque ocho están presos, en ningún momento me pidieron disculpas. Nunca me llamaron. Nunca", reveló la mujer, indignada por el hecho.
Durante el diálogo con la televisión, Sosa contó cómo lleva sus días y tuvo palabras hacia el recuerdo de su hijo: "Fernando era mi todo. En este mundo venimos para estar un tiempo, nada es eterno, pero la forma en la que lo asesinaron, que disfrutaron. Lo querían llevar como un trofeo", detalló.
Luego repudió a los asesinos de su hijo por las declaraciones que hicieron por chat, tras haber matado al joven de 18 años. "Que digan que al día siguiente lo festejarían con vinos y flores, escuchar eso fue muy fuerte. Porque Fernando era una persona, un humano, nadie se merece esto", consideró la mujer.
"Una madre da todo por su hijo. Viendo esa secuencia, nada podía hacer. Tenía ganas de agarrarlo, de cubrirlo para que no le hagan daño. Me hubiese gustado que todos esos golpes fueran para mí, no para él", aseguró Graciela, respecto al hecho que quedó registrado por diferentes cámaras, en la que le patearon la cabeza a la víctima en reiteradas oportunidades.
Ante la pregunta de si durante el juicio a los asesinos que terminó con los ocho en prisión, los culpables le habían mantenido la mirada o habían bajado la cabeza, la mamá contó que los miró fijo y si bien hubo quienes le esquivaron la mirada, otros no lo hicieron. "Era fuerte", confesó.
Sobre los padres de los asesinos agregó que "sus hijos venían haciendo esto", en relación a la violencia y la agresión en patota. "Yo pienso que realmente se podría haber evitado. Si uno le marca que no lo debe hacer, no lo va a continuar haciendo. Fue muy doloroso, muy fuerte de escuchar, que lo querían a Fernando de trofeo", rechazó.
El juicio, realizado durante 2023 por el Tribunal Oral Criminal N° 1 de Dolores, dispuso la pena de prisión perpetua para Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Luciano y Ciro Pertossi, mientras que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron una condena de 15 años.