12 Febrero de 2017 08:39
Nancy despidió a su hija el viernes por la noche. “Cuidate”, le advirtió. Horas antes, había sucumbido ante la insistencia de Némesis, una de las dos jóvenes que sobrevivieron a la sangrienta balacera femicida de Ramos Mejía, para poder salir con “las chicas”. No supo nada más, hasta que una llamada telefónica cortó de madrugada el silencio que imperaba en su casa.
Nancy es la mamá de Némesis, una de las dos jóvenes que pelean por su vida.
“Mi sobrino me llamó y me dijo que la habían baleado, que me fuera directo al hospital”, reconoció la mujer. “Mi otro sobrino había ido al mismo boliche, fueron juntos. Después se separaron. Él se tomó un colectivo y las chicas esperaban otro. El bondi dio la vuelta y ahí vio a su prima tirada en la vereda. La reconoció desde arriba por sus trenzas rojas. Bajó y pudo hablar con ella”, sumó.
Sabrina y Denise, las dos jóvenes que murieron en el acto.
En estado de shock por los tres disparos que había recibido minutos antes (uno en su garganta, otro en el abdomen y el último en las costillas), las últimas palabras de Némesis desde de la escena del crimen fueron: “Negro, mi celular”. Luego perdió la consciencia y fue trasladada de inmediato al hospital de Florencio Varela.
Las chicas fueron baleadas a la salida del boliche La Diabla.
Desde entonces, la joven, que en nueve días cumplirá recién 16 años, pelea por su vida. Fue sometida a una cirugía de urgencia y permanecía hasta esta mañana en un coma inducido. “No me dejaron hablarle, ni tocarla. Me dijeron que pasó la noche estable y que se pudo mover. Pero todavía no la pude volver a ver”, advirtió su mamá.
Luis Esteban Weiman, el único detenido e investigado como autor material del baño de sangre.
“Sigue estable, la sigue luchando. Todavía no sabe qué es lo que le pasó, ni cómo están sus amigas. No sabe que están muertas”, precisó en alusión a Sabrina (15) y Denise (17), dos de las cuatro jóvenes que recibieron la balacera en la parada del colectivo.
Némesis fue sometida ayer a una cirugía de urgencia y hoy permanece en coma inducido.
Por el sanguinario ataque hay un solo detenido: Luis Esteban Weiman, un hombre de 35 años, ex pareja de una de las adolescentes asesinadas. “Me enteré que lo detuvieron, pero no lo conozco. No me suena. Ni el nombre, ni la cara. No lo había visto en mi vida, pero por lo que me comentaron fue él”.