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La "Masacre de Navidad": el trágico antecedente del "Motín de Pergamino"

"Incendio intencional": el modus operandi de las fuerzas de seguridad provinciales para tapar los apremios ilegales a los detenidos.

04 Marzo de 2017 14:17
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Las muertes de los siete detenidos en la Comisaría n°1 de Pergamino que el jueves fallecieron producto de un incendio que los investigadores de los Bomberos de Junín intentan determinar quién, cuándo y cómo lo inició confirman la insistente denuncia de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que preside el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel: la sobrepoblación carcelaria se traslada a las comisarías. Pero eso no sólo sucede en la provincia de Buenos Aires sino en muchos rincones del país. Hace casi diez años, por caso, en la Comisaría n°20 de San Ramón de la Nueva Orán sucedió lo que luego se conoció como la "Masacre de Navidad".

Comisaría n°20 Orán, lugar de la "Masacre de Navidad".

Ezequiel Galarza, Jesús Vives, Alejandro Cruz, Andrés Figueroa, Hernán Guzmán y Víctor Condorí, todos adolescentes de 17 años detenidos en esa comisaría salteña cercana a la frontera con Bolivia, se reunieron como siempre en el pabellón para compartir la cena.

Los guardiacárceles que estaban de turno esa noche les hicieron llegar drogas y alcohol. Ya era jueves 25 de diciembre del 2008, pasadas las 4 de la madrugada, cuando el fuego intencional quemó vivos a los seis menores de edad para acallar lo que había sucedido.

Pérez Esquivel denuncia la sobrepoblación en las comisarías.

Uno de los agentes de custodia de los detenidos, Álvaro Mansilla, quien había impulsado la ingesta de drogas y alcohol, intentó abusar sexualmente de uno de los menores a punta de pistola. Por eso, los otros detenidos intentaron evitar la violación. Los cuerpos calcinados evidenciaron que los policías los habían golpeado salvajemente.

La Gobernación de Salta había afirmado que las muertes se produjeron por un intento de fuga.

Los peritajes ordenados por la jueza de Instrucción Formal de Segunda Nominación de Orán, Norma Vera, demostraron que los guardiacárceles prendieron fuego la escena de los crímenes para poder afirmar que los adolescentes habian pretendido fugarse para celebrar la Navidad en libertad con sus familias.

Una de las cuestiones que la investigación en marcha deberá establecer es si el procedimiento de los policías pergaminenses fue semejante al de los oranenses. Es decir, si en este caso, como en aquel, se intentó que el fuego intencional calcinara los cuerpos de los detenidos para así borrar las marcas de los golpes dados a los internos. En ambos casos, el humo los asfixió hasta matarlos. 

Los familiares de las víctimas del "motín de Pergamino" sugirieron la posibilidad de que la policía hubiera generado el incendio y denunciaron que había golpeado y hasta apuñalado a los detenidos antes de que este se produjera. La foto que publicó BigBang de Federico Perrotta, una de las víctimas, demuestra al menos que fue golpeado duramente.

La Corte Suprema de Justicia de Salta confirmó hace dos años las condenas a quienes provocaron la "Masacre de Navidad": a Mansilla lo sentenciaron a cuatro años y tres meses de prisión efectiva por haber sido encontrado culpable del delito de incendio culposo seguido de muerte en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público. A José Armando Arancibia, también.

En cambio, a Cirilo Saván y Marcelo Augusto Guerrero sólo los inhabilitaron por diez meses más $ 3.000 de multa y a Claudio Fernández y Andrés Calderón, por seis meses fuera de la fuerza y $ 1.000 de multas. Todos por incumplimiento de los deberes de funcionario público, es decir, condenas leves que sólo refuerzan "el sistema".