¡Justicia!
27 Febrero de 2025 13:58
El horror y la impotencia se apoderaron de las calles de Vicente López luego del asesinato de Silvia Graciela Lepez, una mujer de 55 años que fue baleada a sangre fría por dos delincuentes mientras intentaba escapar junto a su esposo de un intento de robo. La brutalidad del crimen, captado por una cámara de seguridad, sacudió a toda la comunidad y encendió una vez más el debate sobre la inseguridad que azota a la provincia de Buenos Aires.
El ataque ocurrió el miércoles a las 19:29 en la intersección de las calles José Hernández e Independencia, en la localidad de Carapachay. En el video que registra la escena se observa a los dos asaltantes aproximarse a la Chevrolet Tracker roja en la que se encontraba Silvia junto a su esposo. Ambos vestían remeras blancas y, sin titubeos, se abalanzaron sobre el vehículo con armas en mano. Apenas uno de ellos intentó abrir la puerta del lado del acompañante, el marido de Silvia aceleró en un desesperado intento por huir. Pero la reacción de los criminales fue tan rápida como despiadada.
Uno de ellos levantó su arma y disparó sin piedad hacia la ventanilla del asiento del acompañante. La bala impactó directamente en la cabeza de Silvia, quien cayó herida dentro del habitáculo. Su esposo, en estado de shock, intentó salvarle la vida y la trasladó de urgencia a una clínica con la ayuda de móviles municipales que despejaron el camino. Sin embargo, la mujer ingresó sin vida al sanatorio Independencia, con una herida de arma de fuego en el occipital izquierdo.
Su hijo, devastado por la pérdida, expresó con dolor e indignación: "No lo podemos creer. Mi mamá no se merecía esto". El joven detalló que sus padres estaban volviendo del gimnasio cuando fueron interceptados por los delincuentes. "Aparentemente mi viejo vio venir a dos tipos que estaban a pie, ella le habría pedido acelerar, él aceleró y uno de los ladrones le disparó sin mediar palabra. Mi mamá tenía la ventanilla abierta en la parte trasera. Mi viejo observó que eran dos persona grandes", agregó.
Las investigaciones revelaron que los asesinos ya habían robado un Ford Territory blanco en la intersección de las calles Porchia y Misiones, apenas dos cuadras del lugar del crimen. Para escapar, contaron con un vehículo de apoyo: un Toyota Corolla con pedido de secuestro por robo en la Ciudad de Buenos Aires. Después del asesinato de Silvia, los criminales se dieron a la fuga en dirección a San Martín, dejando tras de sí una escena de dolor y desesperación.
El fiscal Gastón Larramendi, a cargo de la investigación, encomendó a la DDI de San Isidro el análisis de las cámaras de seguridad para rastrear la ruta de escape de los delincuentes. Además, se esperan los resultados de los peritajes de la Policía Científica en la escena del crimen. Sin embargo, la indignación de la sociedad crece al ritmo de la incertidumbre. La misma historia se repite una y otra vez: delincuentes armados que actúan con total impunidad y familias que quedan destrozadas.
