El pasado domingo no fue una madrugada más para el partido bonaerense de San Miguel: Nadia Guzmán, de 39 años, se despertó con los gritos de su hijo en la calle, salió a defenderlo y terminó asesinada de un "lanzazo".
Según pudo investigar el medio SM Noticias, todo comenzó cuando el hijo de la víctima estacionó el auto con el que trabaja como remisero en la vereda de su casa, a los pocos segundos otro vehículo lo chocó y se desencadenó una discusión. La tensión escaló rápidamente en violencia, hasta el punto que intervinieron varios vecinos: hubo golpes de puño, empujones y corridas.
Los gritos invadieron la cuadra, lo que despertó a Nadia, quien al entender que era uno de los suyos quién estaba involucrado, salió a defenderlo. Al ver que la situación no se calmaba, un vecino de la víctima entró a su casa y comenzó a arrojar objetos desde un primer piso: uno de aquellos elementos fue una "lanza", que impactó contra el rostro de la fallecida.
Con la mujer herida, la tensión cesó ya que tuvo que ser llevada al hospital de la zona pero aunque lo intentaron, los médicos no pudieron salvarla. Con una investigación abierta, a cargo de la Fiscalía N°20 de Malvinas Argentinas, trascendió que el agresor sería parte de un grupo involucrado en "venta de drogas".
Nadia fue víctima de una pelea en la puerta de su casa, que tras defender a su hijo terminó pagando con su vida: "Ella estaba durmiendo y salió de la casa porque a mi sobrino le chocaron el auto con el que trabaja de remisero. Cuando mi sobrino ve que le rompieron todo el auto, se pelea y viene J.M., y le tira una lanza en el ojo a mi hermana y me la desploma ahí mismo", relató Liliana Guzmán, hermana de la víctima, en diálogo con el medio Crónica.
Los allegados de Nadia Guzmán piden una sola cosa: Justicia. En este contexto su hermana concluyó su entrevista: "Yo necesito justicia por mi hermana, porque me la mataron sin motivo. Me la mataron acá mismo con una lanza con la que le reventaron la cabeza, estando la Policía, que no hizo nada".