24 Abril de 2017 07:54
"Si no lo veo más, me mato". Esa fue la última frase que Fernando Sierra, el entrenador y homicida de Felipe Romero, le dijo a la madre del nene de diez años. Fue el miércoles, un día antes de secuestrarlo en la puerta del colegio y después de que la mujer le prohibiera seguir viendo a su hijo.
El entrenador asesinó al pequeño y luego se suicidó.
Sierra y Felipe mantenían, según el testimonio de los vecinos, una relación muy fuerte, al punto que el nene lo llamaba "papá" delante de todos. Alexandra Pérez, la madre del pequeño asesinado, avaló el vínculo (que incluía vacaciones compartidas y pernoctes en la casa del entrenador) hasta que la psicóloga de su hijo la alertó.
"La especialista encontró comportamientos extraños", explicó María del Carmen Romero, tía de Felipe, al portal BBC Mundo. Ese fue el motivo por el cual la psicóloga mantuvo una reunión con Pérez y le recomendó que prohibiera a Sierra mantener encuentros a solas con el menor.
Felipe trataba a Sierra de "papá".
Tras la advertencia, la madre enfrentó al entrenador. La charla fue el miércoles por la tarde, mientras el nene entrenaba en el club Defensor Maldonado. "Mirá Fernando, las psicólogas me advirtieron que no podés volver a estar a solas con Felipe. Tomalo como quieras. Pero tenés que aceptar esto que te estoy planteando. Te lo pido por favor", le espetó. "Si no puedo ver más a Felipe, me mato", fue la respuesta del entrenador.
La madre de Felipe le había prohibido al entrenador que viera al nene / Foto: El País
Sierra ejecutó su sangriento plan, sólo un día después de la charla. El jueves por la tarde, buscó al menor en la puerta de su colegio. A nadie le extrañó: era lo habitual. Eso fue lo último que se supo de ellos hasta el sábado, cuando los encontraron a ambos sin vida en una quebrada a unos 150 kilómetros de Montevideo.
Los detalles del brutal infanticidio: lo drogó y le disparó
La Policía uruguaya confirmó que el entrenador se quitó la vida con un disparo, luego de asesinar a Felipe con la misma pistola. De acuerdo a la autopsia, el crimen tuvo lugar en las últimas horas del jueves y la madrugada del viernes.
El lugar en el que fueron hallados los cuerpos / Foto: El Observador
Las pesquisas realizadas sobre el cuerpo del pequeño también confirmaron lo que sospechaba la psicóloga: había sufrido agresiones sexuales, pero los ataques no eran recientes. Los estudios toxicológicos también precisaron que el nene había sido sedado antes de morir.
La obsesión de Sierra con Felipe
Sierra conoció al menor hace dos años, cuando lo entrenó por unos meses en el Club Defensor de Maldonado. "Lo llevaba y lo traía a las prácticas, a los partidos; andaba con él para todos lados. Lo trataba como si fuera un hijo y Felipe lo trataba como si fuera su papá. Más de una vez le dijo papá", confió Ana Sosa, una dirigente del club al que asistía el nene.
Sierra lo llevó de vacaciones a Uruguay y la madre le dio la autorización.
La conducta del homicida, que seguía trabajando como entrenador, no despertó las sospechas de sus compañeros: "Siempre fue una persona tranquila, muy correcto, muy educado con los chiquilines y muy respetuoso. Nada hacía pensar que pudiera pasar una cosa de estas", reconoció Sosa.
El vínculo fue avalado por la madre de Felipe, quien se presentó ante los medios como una "madre soltera" que vio en Sierra una "buena figura paterna". No sólo alentó la relación, sino que llegó a darle permiso al entrenador para que viajara a Brasil solo con el menor.
Se pasaba días y semanas durmiendo en la casa de Fernando con el consentimiento de la madre -precisó un familiar del asesino-
"Se pasaba días y semanas durmiendo en la casa de Fernando con el consentimiento de la madre", explicó un familiar del asesino, que pidió no ser identificado. "Ella lo venía a ver y luego se iba porque tenía que trabajar. Las fiestas de Navidad también las pasaba con Fernando".
Felipe es hijo del exfutbolista uruguayo Luis Romero. La madre dijo que es un "padre ausente".
Pese al vínculo con Sierra, Felipe es hijo del reconocido exfutbolista uruguayo Luis Romero, a quien su ex mujer lo calificó como un "padre ausente".