07 Octubre de 2024 10:31
El caso de Marina Abigail Silva sigue conmoviendo a la provincia de San Luis: la mujer, que se desempeñaba como policía, fue detenida tras asesinar a sus dos hijos, un niño de 2 años y una niña de 7, en su vivienda ubicada en el barrio Los Fresnos, en la localidad de Juana Koslay. Luego de cometer los homicidios, Silva intentó huir, pero fue capturada cerca del Dique Cruz de Piedra, dos horas después del hallazgo de los cuerpos. Antes de ser arrestada, llamó y le confesó el crimen a sus compañeros de la Comisaría 34, donde trabajaba, dejó dos carteles en la puerta de su casa, dos cartas en la escena y le envió un mensaje a su familia pidiéndoles perdón.
Según la fiscal de Género, María del Valle Durán, la mujer mató a balazos a sus hijos mientras dormían y les puso almohadas en la cabeza antes de ejecutarlos para evitar hacer ruido. Los investigadores creen que el doble homicidio ocurrió entre las 5 y las 6 de la mañana y posteriormente la acusada escribió dos cartas y carteles aparentemente dirigidos a su hermana, Melina, quien vivía en la parte trasera de la vivienda, tratando de evitar que fuera testigo directo del brutal hecho. "Melina llamá a la Policía, no entrés", rezaban los mensaje colocados en los ingresos de la vivienda en la que yacían los cuerpos de los pequeños.
En las cartas, la ex agente pedía disculpas y se dirigió directamente a su familia: "Ni Jonathan ni mi mamá me hicieron embargar el sueldo, yo sola me llené de deudas. Perdón, ya no pude más, no es culpa de nadie, pero necesito paz. Pa y Ma perdón, perdón por no seguir más. o quiero que mis hijos sean una carga para nadie, los amo tanto que quiero que estamos juntos". Silva había estado de licencia, a pesar de que no tenía antecedentes médicos ni recibió tratamiento psicológico, y debía reincorporarse a su puesto de trabajo el mismo día que cometió el crimen.
De acuerdo con la investigación, debía alrededor de 6,8 millones de pesos a diferentes empresas de microcréditos y su último préstamo, por 2,2 millones, lo había solicitado apenas tres meses antes del crimen. Con el dramático suceso aun dando vueltas en la retina de los vecinos de Juana Koslay, Paola Núñez, la mamá de Silva aseguró que hace dos años que su hija "ya no tenía que ser policía". También advirtió que "hay algo más" detrás del caso que conmueve a la provincia. Este fin de semana viajó hasta San Luis para despedir los restos de sus nietos y allí confirmó que su hija tenía deudas, pero que también padecía problemas de salud mental.
Esto, según explicó, debido a la relación violenta que mantuvo con su ex pareja. "Marina solía jugar a los denominados casinos online y gastaba mucho más dinero del que ganaba para darles a sus hijos una vida de lujo", contó la mujer. En este escenario, Núñez destacó que si le abrían el placard, "tenía perfumes que ni siquiera los abría, ropa que ni siquiera usaba". En diálogo con el medio El Chorrillero, la madre de Silva confirmó que tenía deudas cercanas a los $6,7 millones, pero sospecha que el desencadenante de los crímenes está relacionado a sus problemas de salud mental. "Hay algo más", remarcó.
Y agregó: "Lo hablé en la Justicia. Quizás más adelante se enteren y sepan todo. Ahora no lo puedo decir, pero sí, hay algo más". Fue en este marco que la mujer sostuvo que su hija "hace dos años que ya no tenía que ser policía" al argumentar que en ese periodo "entró en un tratamiento psicológico y psiquiátrico" y que debían haberle "sacado el arma". Por último, Núñez ratificó que Silva "no estaba preparada para ser policía", y contó que el primer caso fuerte que le tocó la llamó a las cinco de la mañana "llorando para que la vaya a buscar". "Tampoco estaba capacitada para ser madre, sino que jugó a serlo y forzó muchas cosas", concluyó.