16 Septiembre de 2021 12:30
En las últimas horas una mujer quedó detenida bajo monitoreo electrónico acusada de haber envenenado a su esposo, un policía de la ciudad de Toay, en La Pampa, quien se descompensó luego de ingerir un licuado que ella le había preparado y que también bebió un perro que murió en el acto.
La sospechosa quedó apresada, pero en su casa porque está al cuidado de su hijo menor de edad, luego de que la Justicia comenzara a investigarla por el supuesto envenenamiento de su marido, quien está aún hospitalizado por la intoxicación.
Hasta ahora todos los indicios apuntan a que ella fue quien preparó el batido con la intención de matar a su marido, pero también lo que se investiga es si lo hizo porque era víctima de violencia de género, por lo que se requirieron informes sobre denuncias previas.
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La sospechosa quedó privada de su libertad acusada por el fiscal Oscar Cazanave de haber cometido el delito de "tentativa de homicidio agravado por el vínculo". "La mujer no tuvo ningún acercamiento, fue muy fría", describió un investigador.El hecho se inició el pasado domingo 5 de septiembre cerca de las 20, cuando Gabriel Páez Albornoz, de 37 años, un oficial de la Policía de La Pampa, bebió en su trabajo un licuado de banana que se presume le había preparado su esposa, Yanina Coronel.
Tras consurmirlo, el hombre comenzó a sentirse mal, por lo que fue trasladado rápidamente por sus compañeros al Hospital Lucio Molas, de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa. Sin embargo, lo que más preocupación causó, fue que poco después, un perro que era la mascota de la comisaría, bebió del resto del licuado que había dejado Albornoz y cayó muerto al instante en la dependencia.
Esa circunstancia fue comunicada al comisario que acompañó al policía descompuesto al hospital, quien alertó de ambos sucesos al fiscal a cargo de la Fiscalía de Delitos Contra las Personas, quien comenzó con la pesquisa.
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Una de las primeras medidas que tomó el fiscal fue ordenar un peritaje sobre el vaso y la licuadora donde se había realizado el licuado, lo que implicó que se realizara un allanamiento de urgencia a la vivienda que Albornoz para ver si allí la mujer lo había preparado.
El fiscal explicó públicamente que la esposa del policía "era la única persona que estaba en contacto con la preparación del licuado” y, luego, agregó: “Logramos recrear que ese insecticida estaba en el batido y que su esposa fue quien lo preparó”.
Por su parte, los médicos que atendieron a la víctima comenzaron a hacerle estudios clínicos, los cuales determinaron que el hombre había ingerido un fuerte insecticida utilizado en zonas rurales, llamado Metomil 90. "Se hicieron pruebas para saber qué veneno era. Se peritó la licuadora, que ya había sido lavada y guardada, y se determinó que tenía restos de la misma sustancia", aseguraron.
Tras el arresto, la mujer se negó a declarar, por lo que el fiscal dispuso su prisión preventiva, que fue morigerada con un arresto domiciliario controlado con una tobillera electrónica. Esta decisión se tomó debido a que Coronel está a cargo del hijo que tuvo con la víctima y no tiene familiares que puedan asistirlo.