El trabajador rural Luis Espinoza fue asesinado en el medio del monte el pasado 15 de mayo por efectivos de la policía tucumana, y tras el hecho, nueve policías y dos civiles fueron detenidos. Luego del hallazgo del cuerpo, encontrado una semana después a varios kilómetros del lugar del crimen, se determinó que el peón recibió un disparo en su hombro y que el crimen quiso ser ocultado por las fuerzas policiales locales.
Aunque hasta el momento todos los implicados continúan acusados de haber hecho desaparecer a Espinoza, lo cierto es que este jueves se llevó a cabo una pericia que será clave para determinar la identidad de la persona que mató a la víctima de un disparo.
Según indicó a BigBang Cinthia Campos, abogada de la familia Espinoza, este mañana el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales del Ministerio Fiscal (ECIF) llevó a cabo una pericia en el Cuerpo Médico Forense con el objetivo de poder cotejar las muestras biológicas que se extrajeron de las hierbas y los vehículos secuestrados con el ADN de Luis.
Luego de que se denunciara la desaparición del peón, la fiscal Mónica García de Tarba, a cargo del titular de la Fiscalía de Instrucción Penal I del Centro Judicial de Monteros, inició una investigación para dar con el paradero del hombre de 31 años, y ante la sospecha de que se había llevado a cabo un operativo ilegal en el monte en el medio de una carrera de caballos, se ordenó la aprehensión de los oficiales de la comisaria de Monteguado.
Aunque no todos accedieron a declarar, lo cierto es que dos policías se quebraron y revelaron que uno de sus compañeros había asesinado al trabajador y que luego el resto escondió el cuerpo en un pareja ubicado entre el límite de Catamarca y Tucumán.
Mientras se buscaba a la víctima, se secuestraron varios vehículos de los uniformados, y al menos en dos de ellos se hallaron manchas de sangre, las cuales se creen que podrían ser de Espinoza. Del mismo modo, en el lugar donde ocurrió el operativo policial, se encontraron más manchas, por lo que los investigadores secuestraron el material, el cual finalmente este lunes fue cotejado con el ADN de Luis.
Del mismo modo, la abogada confirmó que en las últimas horas se hizo una nueva pericia en la comisaria para llevar a cabo la apertura de unos armarios que fueron secuestrados para hacer allí mismo la prueba de luminol (se busca rastros de sangre) a ver si da positivo.
En este sentido, fuentes de la causa revelaron que se cree que los acusados pudieron haber ocultado el cuerpo del peón ahí dentro, o que al menos guardaron algún elemento relacionado con el crimen, sobre todo porque se estima que el cadáver fue limpiado allí mismo.
Además de estas prácticas, también esta mañana tuvo lugar una pericia clave: la que permitirá determinar cuál de los detenidos fue el que le disparó a Espinoza. Por eso mismo, se comparó el proyectil que tenía la víctima en su hombro con la distintas armas reglamentarias de los oficiales.
Aunque todavía los resultados no fueron comunicados -y de hecho se estima que mañana o pasado podrán conocerse- lo cierto es que BigBang tuvo acceso a una fuente extrajudicial que aseveró que el agente auxiliar José Morales fue quien disparó contra el peón.
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Por el momento, los oficiales permanecen detenidos y su situación judicial es bastante complicada. Incluso, trascendió que existe la posibilidad de que solo un joven aspirante a policía quede en libertad, mientras que lo más probable es que la fiscalía pida para el resto la prisión preventiva.
El caso
El viernes 15 de mayo, mientras Luis Espinoza regresaba a la localidad de Simoca junto a su hermano Juan Antonio y su sobrina, fueron sorprendidos por el ruido de varios disparos que hicieron que sus caballos se asustaran y empezaran a correr sin sentido.En medio de la situación, un grupo de policías de la comisaría de Monteguado intervino para suspender una supuesta carrera de caballos ilegal que se llevaba a cabo en el lugar, y por motivos que todavía se desconocen, los oficiales apresaron a los dos hermanos.
Durante el ataque, Juan Antonio cayó al piso, mientras que Luis fue atrapado por los uniformados cuando intentaba defender a su hermano. Según los testigos del hecho, uno de los oficiales empuñó su arma, aunque ninguno de los presentes logró ver si se cometía algún disparo.
Tras el hecho, el peón de 31 años desapareció, y convencidos de que la policía le había hecho algo, los hermanos de Luis hicieron la denuncia. Una semana más tarde su cuerpo fue encontrado en el pareja Las Banderitas, al límite de Catamarca y Tucumán, lugar en que los oficiales arrojaron el cadáver dentro de una bolsa.
Hasta el momento, los procesados por el crimen son el subcomisario Rubén Montenegro, el oficial José Morales, los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya, José Paz y Miriam González; el agente Esteban Rojas González, el vigilador comunal Sergio Santillán y otro civil, que es hermano de uno de los efectivos.