"Es increíble que después de 40 años de democracia tengamos que oír a los efectivos decir cosas como 'vamos a darle, vamos a buscarlos a Crovara'", denunció ante BigBang el vicepresidente de Nueva Chicago, Ricardo "Pana" Sosa, quien presenció en primera persona el enfrentamiento que se dio este lunes a la noche entre un sector de la barra brava del club de Mataderos y la Policía de la Ciudad, que terminó con 15 efectivos heridos y alrededor de 14 detenidos.
El dirigente, que es abogado recibido en la UBA, detalló cómo ocurrieron los disturbios que se dieron al finalizar el encuentro entre Nueva Chicago y Almagro, cuando un grupo de 50 hinchas de un sector de la barra brava fuera a increpar a los jugadores y a pedir la renuncia de la Subcomisión de Fútbol Profesional.
Según la descripción que dio Sosa, todo empezó a la salida del partido, cuando los violentos comenzaron a romper un móvil policial que estaba en la puerta por donde salía la hinchada local.
"Veníamos ganando 2 a 0 y terminamos perdiendo 3 a 2. El clima estaba horrible, malísimo", confesó Sosa. "Unos 50 muchachos con la cara tapada salieron de la tribuna y van para el lado de la platea, empiezan a patear las vallas y a tirarse piedras con la Policía", precisó.
El dirigente se encargó de cerrar el portón principal, con el fin de resguardar a los casi 500 hinchas que permanecían dentro del estadio. Enseguida cuatro de los barras lo increparon y uno de ellos le lanzó una piña. "Loco, acá adentro está la gente, la familia, el quilombo está afuera", les cuestionó Sosa.
La Infantería afuera había comenzado a reagruparse y a avanzar en un bloque firme de 40 efectivos, que "limpiaron" a los presentes. Sosa explicó que en ese momento, quienes lo habían increpado, "abrieron el portón, entraron y detrás lo hizo la Infantería".
"Ahí hay una corrida, yo me pongo adelante y les grito 'soy el vicepresidente, váyanse de acá, acá están las familias'. Se quedan ahí en fila y me tiran, pero no me dan. Después le pedí a la Policía que dejen retirarse a la gente, a la familia", describió Ricardo Sosa ante BigBang.
Gracias a la colaboración de otros socios presentes, las familias pudieron salir en paz del estadio, pero el operativo no terminó ahí.
"Ellos se fueron a la cacería de los micros de los muchachos, que se iban para Provincia. Tengo entendido que los interceptaron por Crovara y les dieron", expresó Sosa, refiriéndose a cómo las detenciones se hicieron del otro lado de la Av. General Paz.
El vicepresidente del club de Mataderos aseguró que los efectivos "salieron a reprimir a mansalva", y que mostraron "ser igual o más violentos" que los hinchas con quienes se enfrentaron.
Mientras tanto, los rumores hablan de que Nueva Chicago no podrá contar con la localía los partidos que le quedan hasta que termine el campeonato de la Primera Nacional, donde se ubica a pocos puntos del descenso.
Nuevamente, como pasó en 2007 con los famosos 18 puntos que le quitaron tras los incidentes con Tigre, serán el club, los socios y las familias, quienes paguen los platos rotos de una minoría que elige el camino de la violencia, para reemplazar la voluntad de los socios en las urnas.