16 Octubre de 2019 11:39
Victoria Agüero y Eric Emanuel Rivarola, la pareja de vecinos que quedó detenida acusada de haber mantenido cautiva a Abril, declarará en las próximas horas. La pregunta que incriminó a la mujer, cómo está la nena de diez años y el trabajo de los psicólogos para “liberarla”.
Durante los seis días en los que permaneció desaparecida Abril, Agüero y Rivarola se pasearon por cuanto medio televisivo tuvo a su disposición. Se mostraron como una pareja preocupada por la nena y apuntaron contra la madre de la criatura, a quien la acusaron de maltratar a la menor.
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Las sospechas de los investigadores comenzaron, de acuerdo a lo consignado por el portal Infobae, el lunes cerca del mediodía. Pese a que ya les habían tomado declaración y a que habían allanado su domicilio en al menos cinco oportunidades, el fiscal Juan Mennucci seguía sospechando de los vecinos y requirió que se volvieran a presentar en la fiscalía.
En esta oportunidad, la pareja declaró cerca de seis horas y los investigadores notaron llamativas contradicciones en sus relatos. Pero eso no fue todo: fueron dos preguntas que hizo Agüero las que terminó de posicionarlos como los principales sospechosos detrás de la desaparición. “Si consigo un aparato celular y me llego a enterar de algo les aviso”, fue la primera frase que llamó la atención del fiscal.
La declaración de la mamá de Abril durante la búsqueda
Minutos después, Agüero fue por más y preguntó de modo directo: “Si la nena llega a aparecer, ¿con quién se quedaría?”. Esa duda no hizo más que confirmarles a los investigadores que era probable que la mujer supiera en dónde estaba la criatura y que podría regresar.
“Esas dos frases nos dieron la pauta de que, al menos, la mujer sabía dónde estaba la nena. Hay que tener en cuenta que las dijo en un contexto en el que determinados indicios nos llevaban a ellos como sospechosos. Era muy llamativa la forma en que se preocupaba por el destino de la nena si aparecía y cómo recalcaba que avisaría si tenía novedades”, precisó una fuente vinculada a la causa.
Después de prestar declaración, Rivarola fue demorado por falso testimonio. Sin embargo, quedó en libertad cerca de la una de la mañana. Los investigadores creían que dejarlos regresar a su casa les permitiría recuperar a Abril y ese fue el motivo por el cual montaron una guardia secreta en el exterior de la propiedad.
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“Desde que terminaron las declaraciones y notamos las contradicciones, sumado a las frases que dijo la mujer, nos dimos cuenta de que la clave para ubicar a la nena era esperar a que hagan algún movimiento en falso”, precisaron.Nos dimos cuenta de que la clave para ubicar a la nena era esperar a que hagan algún movimiento en falso"
Y así fue. Los policías escoltaron a la pareja y la dejaron cerca de las tres de la mañana en su casa. Aguardaron escondidos durante horas, pero no sucedió nada. Nadie ingresó, ni salió de la propiedad. Sin embargo, cerca de la siete y media vieron cómo Agüero salía del lugar y se dirigía al centro de comando montado por la Policía en Punta Indio.
Así se mostraba la vecina durante la búsqueda de Abril
Allí, aseguró que la nena había regresado en horas de la madrugada a su casa. “Cuando volvimos de declarar notamos que los perros ladraban, mi pareja se acercó a un auto viejo que tenemos en el fondo de un tinglado. La puerta derecha estaba entreabierta y vimos que en el interior estaba Abril. Estaba embarrada y mojada. La llevamos adentro de casa, la bañamos, la cambiamos y le dimos de comer”, declaró.
Tras la aparición de la nena, los vecinos volvieron a declarar y Rivarola se quebró. El hombre confesó que la habían mantenido cautiva durante los seis días de búsqueda y ambos quedaron detenidos en el acto, acusados de “sustracción de menores agravada”.
La nena ya declaró en cámara Gesell y fue asistida por un grupo de psicólogos que advirtió que se encontraba bajo “dominación” de su vecina. Mientras el gabinete psicológico trabaja para ganar su confianza y saber qué fue lo que realmente pasó, la nena se negó a ver a su madre, motivo por el cual fue trasladada a la casa de abrigo Ángel Azul de La Plata.
