Una multitud se agolpó este fin de semana en todo Chaco bajo una sola premisa: pedir justicia por Cecilia Strzyzowski, la joven de 28 años que fue vista por última vez el 2 de junio. La marcha fue encabezada por Gloria Romero, la mamá de la víctima y se llevó a cabo este domingo por la tarde en la plaza central de la capital chaqueña: “Pedí que se pongan la camiseta de la Selección argentina porque Cecilia tiene que ser como la Scaloneta y la final tiene que ser contra la impunidad. Tenemos que sacar la impunidad del país”, dijo Romero, expectante por lo que pueda llegar a ocurrir en los próximos días con todos los detenidos en la causa.
Recordemos que por el hecho fueron detenidos César Sena; ex esposo de Cecilia, sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña; Gustavo Obregón y su esposa, Fabiana González; Gustavo Melgarejo y su pareja Griselda Pereira. “Las manifestaciones que quiero hacer son pacíficas, no quiero pelear con nadie y me dijeron que hay personas que se infiltraron y que va a ser una provocación, así que la vamos a hacer acá en la plaza y después nos vamos a desconcentrar”, señaló la mujer que estaba acompañada por Fernando Burlando. “Quiero justicia y no venganza. No voy a ir a romper nada. Una cosa es manifestarse y otra oponerse”, expresó Gloria ante una multitud.
"No estás sola", era la frase que se repitió de todos los costados de la plaza y se podía escuchar en la marcha mientras la mamá de Cecilia recorría el lugar. Luego de dos horas, por el parlante una colaboradora anunció: "La mamá de Cecilia se descompuso y pedimos desconcentrar de manera pacífica".
El pedido de Gloria Romero antes de la marcha
“Es importante que haya presencia, les demostremos que no les tenemos miedo, porque el martes o miércoles se toma la decisión de que si esta gente se va a quedar adentro, o si le van a dar la libertad, o si le van a dar arresto domiciliario, y yo no quiero un arresto domiciliario”, sostuvo Gloria en declaraciones a la prensa.
Esto se debe a que Marcela Acuña pidió por medio de su defensa que, por cuestiones de salud, le otorguen prisión domiciliaria, algo que la mamá de Cecilia rechazó de forma categórica. “Hace dos semanas atrás, antes de matar a Cecilia, estaba perfecta, haciendo campaña política, y de repente está al borde de la muerte”, criticó Gloria. En este sentido, dijo que no quiere “privilegios ni arresto domiciliario para esta gente, ni que lo hagan pasar por loquito a César”.
Los anillos, el dije y un auricular: los objetos que reconoció la mamá de Cecilia Strzyzowski
La declaración de Marcela Acuña
Este miércoles, la mamá de César Sena, Marcela Acuña, pidió declarar ante los fiscales. La misma duró aproximadamente 40 minutos. “Ví un bulto marrón, gris, no podría definir bien el color, todo cerrado, similar a una bolsa de boxeo. Pero también se me hizo que era un cuerpo. Salí asustada de ahí”, dijo sobre lo que vio en una de las habitaciones de su propia casa. Según su declaración, ese día comenzó “temprano”. Su marido, Emerenciano Sena, salió de la casa, ubicada en Santa María de Oro al 1400, entre las 7 y las 7.30. Ella lo hizo una hora más tarde. Ambos se dirigieron al barrio Emerenciano, donde “están construyendo casas”.
“Aproximadamente entre 10.30 y 10.45 llegó César. Lo ví colorado, con un rasguño en el cuello, y una lastimadura debajo de la barbilla. Le pregunté qué ocurrió y me dijo me se había peleado con Cecilia. Cómo había gente en el lugar no quise preguntar más. Pasados unos minutos, volvió a mi casa”, explicó Acuña.
Marcela manifestó que cuando terminó de almorzar, alrededor de las 11.45 de la mañana, ella y Emerenciano regresaron a su domicilio y se encontraron con César, a quién notó un poco "nervioso". “Como lo ví de esa manera le dije de tomar un té y sentarme a hablar con él de lo que había sucedido con Cecilia y la pelea que él me había planteado. Él se largó a llorar y me pidió si podía ir a un operativo de salud que se realizaría en horas de la siesta en la localidad de Colonia Elisa. No quiso decirme qué había pasado y opté por no preguntar más porque tenía que manejar y tenía miedo de que el estado de nerviosismo lo lleve a tener un accidente”, reforzó.
Pasadas las 16 horas de ese viernes 2 de junio, después de una siesta, Marcela planteó que fue al comedor para “organizar” la ropa para planchar. En ese momento, dijo que una puerta, que estaba semi abierta, llamó su atención. “Me pareció extraño porque esa puerta siempre está cerrada, con lo cual opté por ir a ver que había (...) No prendí la luz, había como un reflejo que venía de la ventana y, al mirar del lado derecho de la habitación, ví un bulto marrón, gris, no podría definir bien el color, todo cerrado, similar a una bolsa de boxeo, del tamaño, pero también se me hizo que era un cuerpo, salí asustada de ahí, no definía lo que había visto, no estaba segura”, afirmó Marcela.
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Sobre el bulto que vio y los rasguños de su hijo, Marcela prefirió callar: “En ese instante bajó Emerenciano, subió a la camioneta y me dijo: 'Vamos'. De los nervios que tenía subí y tomé la decisión de no decirle nada hasta saber qué era lo que realmente había visto”. Para las 17 horas Marcela y su marido llegaron al barrio Emerenciano. “Ahí le mandé un mensaje a Gustavo Obregón solicitándole que vaya a ver lo que yo creí que había visto ahí en la casa y, específicamente, le puse la palabra 'cuerpo', que es lo que yo creí haber visto”, sostuvo y dijo que, mientras se iba a una actividad en la localidad de Barranqueras, recibió la confirmación por parte de Obregón “de que sí, era un cuerpo”.
Marcela manifestó que luego del mensaje “quedó sin saber qué hacer” y tomó la decisión de hablar con su hijo antes de decirle al padre qué había sucedido realmente. Al finalizar su declaración, Acuña se negó a contestar preguntas de la fiscalía