Desde enero de este año, la Interpol -por explicito pedido de la Argentina- buscaba a un sacerdote antioqueño por delitos relacionados con el abuso sexual de una menor de tan solo tres años que estaba bajo su cuidado. Su nombre es Guillermo León Pulgarín Acevedo, tiene 50 años y es originario de San Vicente, en el oriente del departamento de Antioquia, Colombia. Fue detenido anoche por la división Búsqueda de Prófugos de la Policía Federal Argentina.
El cura era intensamente buscado por los cargos de abuso sexual agravado por “configurar un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima” y fue hallado en el partido bonaerense de Morón. A Acevedo se lo acusa de abusar sexualmente, en el año 2017, de una nena de tres años de manera reiterada, en el Colegio Monseñor Solari de Morón, ubicado en la provincia de Buenos Aires.
Desde entonces se mantuvo prófugo de la Justicia hasta que la División Búsqueda de Prófugos y Personas Desaparecidas de la PFA lo detuvo en la vía pública, en pleno Morón, por orden de la Fiscalía Número 4 de Morón, la cual llevó a cabo una serie de tareas investigativas para dar con su paradero que comenzaron en la localidad balnearia de La Lucila del Mar, donde tenía contactos y hay una congregación de su iglesia.
El 10 de mayo de 2018 se inició el proceso y según el testimonio de la menor, el sacerdote le bajó la ropa interior y le ofreció "dulces" para que le permitiera tocar sus partes íntimas. De acuerdo con Juan Ramón, padre de la nena, su hija se limpiaba los genitales de manera persistente al llegar del colegio a su casa, hecho que le llamó la atención. Por sí sola, le contó a sus padres los abusos que había sufrido a manos de Acevedo.
El hombre detalló que el sacerdote le ponía osos de peluche en el rostro mientras la tocaba, le pegaba dulces en la zona genital y hacía que ella rezara en posición “de perrito”. Además, de acuerdo con la narración de Juan Ramón, otros padres comentaron que sus hijas presentaban conductas sospechosas y que, al menos uno de ellos, fue amenazado por el colegio cuando presentó la denuncia.
Por su parte, la madre de la víctima, de nombre Carmen, agregó: “Ella me lo contó a principios de noviembre [de 2017] y siempre nombraba al padre Guillermo. Manifestó que la tocaron y que esta persona hizo un juego con ella. A mitad de año ella había cambiado de actitud”.
Según detalló el diario El País, de la ciudad de Cali, Acevedo habría sido el director del Centro de Reclusión Valle del Lili, el cual está destinado al tratamiento de menores involucrados en delitos. Bajo su dirección, 40 menores se fugaron y dos murieron: el sacerdote pertenecía en ese momento al grupo religioso católico Terciarios Capuchinos, el cual realizaba trabajo pedagógico dentro de la correccional.
Acevedo quedó imputado por abuso sexual agravado por configurar un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima en concurso con corrupción de menores al ser encargado de la guarda de la menor, en su rol de ministro de culto religioso, en al menos dos oportunidades.