A pesar de que la posibilidad es incierta, algunos de los rugbiers presos por el homicidio de Fernando Báez Sosa aún ven posible recibir el beneficio de la prisión domiciliaria.
Es por eso que, según las fuentes que dialogaron con el matutino, rechazan la ayuda espiritual que se ofrece en el penal ya que aún están en plena negación de su condición de reos.
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Dos de ellos (Lucas Pertossi y Ayrton Viollaz) sí pidieron ayuda psicológica y psiquiátrica a través de su abogado Hugo Tomei, y tendrán su primera entrevista con un especialista este lunes.
Solo con una radio
Los ocho rugbiers presos están vigilados las 24 horas y permanecen aislados del resto de los reclusos, sin posibilidad de circular libremente en el penal. En el lugar que comparten -que no posee ningún tipo de sistema de refrigeración para afrontar el verano- poseen una radio que es su único contacto con el mundo exterior.
El espacio que ocupan está en un sector del penal considerado como tranquilo, ya que se encuentra entre dos pabellones de presos evangelistas que incluso ofrecieron compartir su comida con los rugbiers en varias ocasiones.
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"Todavía no les ha caído la ficha. Por lo general, reciben esta ayuda los que ya son conscientes de la realidad que afrontan", precisaron fuentes del penal al diario Clarín, en alusión a la negativa de la mayoría de recibir asistencia psicológica.