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La vida sin Lucas: del último entrenamiento, al doloroso día a día de la familia

Entrevista con "Peca", el papá del joven; Joaquín Zúñiga -sobreviviente del ataque y amigo- y su papá.

16 Abril de 2023 08:00
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“Lucas me decía que estaba cansado de que le digan Peca Chico siempre que se cruzaba con algún conocido. 'Todos los días me pasa lo mismo Pa, estoy reprodrido'. Y yo le contestaba: 'Sentíte orgulloso hijo, lo hacen porque me respetan y te quieren'. Ahora, desde hace 1 año y 5 meses yo soy'el papá de Lucas'”.

El hijo al final parió al padre. Una mañana de noviembre de 2021 un cana terminó con la vida de Lucas González y empezó un nuevo recrrido para sus tres amigos y sus cuatro  familias.

La propuesta era entrevistar a Joaquín Zúñiga, quien estaba junto a Julián Salas y Niven Huanca cuando fueron interceptados por los policías Gabriel Isassi, Juan José Nieva y Fabián López que dispararon a matar y se llevaron la vida del cuarto ocupante del auto: Lucas. "Joa” llegó a la redacción de BigBang junto a su padre Ricardo y Mario “Peca” González.

En un clima que alternó la tristeza, anécdotas risueñas y expectativas centradas en la justicia los tres relataron los pormenores de las audiencias que culminarán cerca de mitad de año. También recorrieron como vivieron las primeras horas y las sensaciones personales de esas jornadas que comenzaron cerca de las 10 de la mañana del 17 de noviembre de 2021.

 

“Recién me pude sacar la mochila de encima en la audiencia, un año y 5 meses después” dijo Joa. A los 19 años está atravesado por una historia que le cambió la vida para siempre. Se emociona cada vez que trae al amigo al presente y en ese momento puede correr alguna lágrima, pero un instante después posee la suficiente lucidez como para hablar contra la estigmatización que sufren los pibes por llevar una gorra y ser morochitos.

Después de recibir los disparos en el auto y ver a Lucas sangrando, Joa pidió ayuda para su amigo a los gritos y las dos policías que estaban presentes no respondieron. Luego fue esposado y aplastado contra las rejas de la plaza para ser tirado al piso boca abajo durante dos horas junto a Joaquín. Mientras tanto, Ricardo trataba de comunicarse con su hijo y le cortaban el teléfono que estaba en manos de la policía mientras estaban arreglando la escena. Un rato más tarde y con un amigo Peca se dirigía al hospital donde estaba internado Lucas.

El miércoles 17 de noviembre  de 2021 balearon el auto y Lucas recibió el disparo que ingresó por su nuca. El jueves fue llevado al Hospital el Cruce y falleció. Luego de realizada la autopsia y gracias a la donación de sus órganos se salvaron cuatro vidas. La madre todavía reclama las últimas prendas del joven de 17 años.

Marcelo D`Alessandro, el ex ministro de Seguridad y Justicia de CABA, hizo declaraciones sobre el asesinato de Lucas el 29 de marzo de 2022. Señaló que estaban muy tranquilos desde un principio porque se pudo determinar los responsables, para que la Justicia pudiera elevar a juicio la causa y así confirmar quien realizó el disparo. También elogió el control civil que hacían ellos de los uniformados y el sistema de transparencia que permitió tener geoposicionamiento, cámaras y celulares. Agregó que “lamentablemente se coló la política, se buscó una situación muy diferente y desde la fiscalía se tomaron medidas que no son correctas. Hay 14 policías llevados a juicio, intentaron invlucrar a más de 20. De estos 14 se van adeterminar los delincuante”. Y por último indicó que “tengo contacto constante. desde el primer día nos hemos puestp a disposicion. Es una situación muy compleja, hemos acompañado a Cinthia, nosotros no nos olvidamos, tenemos contacto”.

“No tuvimos ningún apoyo de CABA, es mentira lo que dijo”, cuenta Peca. Ahora cuando ve uno de uniforme se pone mal. Una hermana y varios amigos están en la fuerza. “Hace unos días mi hermana entró a casa, vestida con la ropa de tareas, bamboleándos de un lado a otro y con las cartucheras en el cinto haciendo ruido... la rajé. No quiero tenerlos cerca”, dic; pero explica que lo peor para él es no entender como una persona que vive a 15 cuadras de su casa, como algunos de los policías involucrados, les dicen villeros a los pibes. Si son del mismo barrio...

“Lucas llevaba el teléfono celular con la sube y un forro, me acuerdo de uno de color amarillo”, relata Peca. "Una vez Cinthia estaba acomodando la ropa del pibe y encontró una media con profilácticos dentro. Me dijo, “mirá lo que encontré” y yo le respondí que era lo más normal del mundo, si no quería que se repitiese la historia y Lucas fuese padre tan joven como ellos. Pero así y todo decidió sacarla y yo la puse en mi placard. Unos meses más tarde Cinthia estaba guardando mis pilchas en el ropero y “vuelve” a ver los preservativos. Me encaró con furia y me dijo de todo. No me dejaba hablar, hasta que paró de gritar y le pude recordar que eran de Lucas. Nos matamos de risa juntos, y la culpa era de Lucas”, finaliza Peca entre risas.

“Ese día no me lo olvido más por muchas razones. En el entrenamiento uno del equipo contrario me tiró un guadañazo y me dejó tirado en el piso. Lucas vino y se puso a mi lado encarando al otro y reprochándole el golpe que me había dado”, contó Joa.

Son en total alrededor de 15 ó 16 audiencias, se realizaron tres hasta esta semana. Esperan que cuando se acerque las finales vaya increscendo el interés por el veredicto. “Vamos a llevar mucha gente para que se visualice lo más posible y pedirles a todos los medios que nos acompañen” dijo Peca.

 

 

-Ayer testimonió la enfernera que llevó a Lucas al Hospital Penna...

Peca. Fue algo muy duro como todo en estos año y cinco meses en que Lucas lo mataron, lo acribillaron. Pudo haber sido una masacre como siempre digo porque hoy Joaquín está aquí, Julián en su casa con un dios aparte. Le tocó a Lucas pero no tendría que haber sido así de ninguna manera. La declaración de la enfrermera que asistió a Lucas fue muy dura de escuchar.  Entró al coche y lo vió y lo tuvo que mover con su iopa deprotiva empapado de sangre. Ella escuchaba anomalías en la policía alrededor, estaba muy nerviosa por los gritos. Quizás ella estaba concentrada en la labor pero alarmada por la situación. Es una profesional que está acostumbrada a lo que es un operativo de salud. Sacar una persona X con una herida de bala, quizás está acostumbrada a eso pero no a estar amenazada. Fue contundente pero es positivo a la vez para nosotros.

-Joaquín, mientras la enfermera llevaba a Lucas al hospital a Julián y vos los tenían tirados en el piso, ¿cómo transcurrían esos momentos?

Estaba muy preocupado por la situación. No sabía que estaba pasando hasta que no llegó mi papá y pude saber lo que pasó. Me preocupaba que a Lucas no se lo llevaban. Lo pude ver en el auto y no llegaba la ambulancia, no llegaba el SAME. Como lo dijo la enfermera alguien gritó “nadie filma, nadie saca fotos”. Preguntaron si había domos, cámaras de seguridad y respondieron que no.

-¿Vos llegaste Ricardo y que viste?

Vi muchos policías pero muchos de verdad. Me preguntaron un número específico, pero llegué en un estado de nerviosismo que no pude contarlos. Le dije al abogado que me perdone porque no podía darle el numero, había muchos en varios lugares. Llego ahí y no sabía donde estaba mi hijo. El primer indicio que había algo raro me lo da un policía de civil que estaba frente a la plaza. Me dicen que se quisieron escapar de un retén policial. Me pareció extraño porque sabía con quien iba, no entendía porque se podían llegar a escapar. Le dije que no entendía lo que me decía, medio a los gritos. Lo puedo decir ahora, a un año y cinco meses. En ese momento la adrenalina de venir manejando de Quilmes hasta Iriarte y Velez Sarsfield fue una locura. Lo dije en el juicio, no sé cuantos semáforo en rojo pasé. Seguro fueron muchos. No sucedió una tragedia porque dios no quiso que lleve a nadie puesto grande, pero llegué muy rápido. Me preguntás a que hora llegué puedo decirlo estimativamente. Cuantos policías habías no sé. Vi a los dos nenes que estaban tirados en el piso. Fue una situación que no entendía nada. Le mandó un mensaje a mi mujer que le habíán pegado un tiro al amigo. Mientras manejaba lo llamaba y me cortaban, lo estaban manipulando ellos. No querían atenderme. Lo tendrían que haber guardado como prueba. Estaban preparando una escena. Pensaba que le habían robado el celular que se lo había comprado tres o cuatro días antes. La situación fue terrible.

-¿Quién les dijo que un policía lo había matado?

Ricardo. Cuando yo llego puedo pasar un cordón policial a los gritos. Un comisario, hoy se que es Roberto Inca, porque lo vi porque se hizo llevar por un chofer. Me acuerdo como estaba vestido y ayer en la declaración el chofer lo describe igual. Yo se con quien hablé. No quiero decir el nombre que estaba vestido con uniforme de Policía de la Ciudad. Ese tipo no me dejaba pasar y me decía que Joa estaba bien. Hasta que mi hijo no me diga que esta bien no me voy a quedar tranquilo. Pasé el cordón y seguí caminando. Y si se me hacía el loco lo revoleaba, era más bajito que yo. Le dije: “o me dejás pasar o me llevás preso. Yo hablo con mi hijo y te dejo tranquilo”. Cuando llego están tirados en el piso detrás de un cordón. Empecé a gritar que son menores, que les saquen las esposas. Al otro nene lo conozco (Julián) le digo, iban juntos al jardín desde los 5 años. Largalo, largalo le grito. Ese Comisario iba y venía, iba y venía y mandaba. En un momento se me ocurre llamarla a mi señora, porque se habían querido escapar de un retén familiar. Me dice quedate tranquilo, ya los atraparon. Atraparon a dos y a uno lo mataron y yo hacía cuentas... que entoncs ellos eran los ladrones. Me estaba describiendo lo que yo estaba viendo adelante mío. Entonces ellos son los ladrones les tiró la policía. Ahí me doy cuenta que era tal cual me lo imaginaba. Lo llamo al comisario, en la reconstrucción que lo nombro como el Bocha, porque era parecido a Bochini. Lo llamé y le dije te voy a hacer una pregunta, me gustaría que seas sincecro. Ponete una mano en el corazón. Mi hijo está ahí y le pegaron un tiro al compañero de él. Si no me queres decir la verdad n me la digas, pero me voy a enterar mañana o pasado. Ya va a salir a la luz. Me quedo mirando, ¿los que le tiraron son policías?. Y me ratifica: sí, le tiró la brigada.

-¿Y vos Peca dónde estabas?

Yo no sabía de nada, eran dos mundos aparte, me entero por boca a boca por un amigo en común y me lleva un amigo a casa estaba en la ART. En ese momento estaba mirando la televisión y le decía a Cinthia: “dejá de joder gorda que eran chorros, ya está, nada que ver con nuestra vida”. Ella se alarmó porque era el lugar específico de Barracas donde entrenaba Lucas. Me entero con un amigo, vengo hasta capital hago el trasbordo y viene Emanuel, que es un tío del corazón. Nos venimos hasta el hospital. Eran entre la una y media y las tres de la tarde.

Ricardo...el ratifica y me dice que lo mató la brigada. En ese momento se terminó el buen diálogo. Yo ahí ya me imaginé todo. En qué circusntancias le tiran, no tenía esa parte. Y entonces le acerqué agua, me dejaron pasar. Le pregunté a Joaquín que había pasado. El me responde “Papi, pasó esto, pasó esto”. Dije listo. Ya tengo la escena.

-Hay partes que no recuerdan por el  estado de schok...

Joaquín. Ese día que estaba normal y preguntaba donde está Lucas. ¿Y los papás de Lucas ya saben?. Fui a la cancha y lo conocía de vista por ese amigo en común Ema. Sabía que le decían Peca. Trataba de que se comuniquen, de saber y nadie me decía nada. Yo estaba muy nervioso, fue de un segundo para otro y no se entendia porque estaba detenido.

-¿Les preguntaste algo a los políicías, que respuestas tenías?

Joaquín. No, simplemente le atiné a pedir ayuda a las mujeres policías que estaban. Pasaron 5 minutos y se fue toda la policía.

-¿Pero cuándo te ponen las esposas?

Joaquín. Me pusieron contras las rejas, me esposaron y me tiraron contra el piso. Y les preguntaba que estaba pasando, que nos trataron de robar y que eramos jugadores. Insistían con lo mismo que eramos unos negros de mierda. Le preguntaron a Julián de donde era, me preguntaron a mí. Yo les dije que era de Varela y me dijeron que porque era un villero me iban a pegar un tiro en la cabeza a mí también.

-A esa persona la reconociste el día de la segunda audiencia. ¿Qué sentiste cn la persona que te dijo esas palabras?

Joaquín. Ese día pasaron muchas cosas fuertes. Me iba con una buena noticia (había sid elegido para jugar en Barracas Central) hasta que pasó eso y me destrozaron la vida en lo peor. Nunca nadie me trató tan mal como me trató esa persona y esa vez que lo vi ahí en la segunda audiencia fue para mí sacarme una mochila enorme porque me hizo pasar una tarde y una mañana horrible. Que me digan que me van a pegar un tiro a mí también, porque vivía en Varela, porque era villero. Ni siquiera sabe los valores que tenemos, de la clase de familia que tuvimos. Tanto Lucas como yo, Julián y Niven. Toda gente educada y del palo del fútbol que es lo más sano que existe. Por ser negro me iba a pegar un tiro en la canzea. Para mí verlo y poder reconocerlo ahí fue sacarme un peso de encima.

-¿Cómo transcurriste hasta esta audiencia?

Joaquín. Fue fatal, un año y 5 meses que fue ese un subibbaja todos los días. Un día que te cargaste las pilas y después a la noche volvés a lo mismo, a estar triste. Ves las fotos, ves mensajes, las fotos, lees los chats. Querés tenerlo con vos de vuelta y me pasa todo el tiempo. Al día de hoy yo no estoy bien, yo lo extraño mucho, lo quiero tener acá conmigo y no puedo.

-¿Cómo vieron la actitud del Gobierno porteño?

Peca. Nunca durante este año y 5 meses recibimos apoyo alguno del gobierno de la ciudad ni del gobierno ni ninguna fuerza. Nosotros estamos por medio de mi obra social mi mujer estuvo 4 veces internadas por intento de suicidio. Y nos mantuvimos gracias a mi Obra social y nunca recibimos apoyo ni lo vamos a recibir.

 

-¿Y sobre el actuar de la Policía que consideraciones pueden hacer?

Ricardo. Se me ocurren un montón de cosas... Siempre entendí y es algo tácito que está en la sociedad, que le puso el fierro la policía. Se mandó la cagada y lo quiere cubrir. Vos decís pasa en las películas no pasa en la vida real. No puede ser un tipo que tenga un cargo de Comisario Mayor o Comisario Inspector ponga en juego así carrera para tapar que ametrallaron a Lucas y a otros tres chicos. Inclusive a mi hijo que está acá con nosotros. Como puede ser una mente tan perversa, se equivocaron de profesión. Tenés que ser director de cine o de películas de acción. Porque uno no puede escribir tan rápido, entiendo que ellos están preparados para algo y lo hacen muy bien. Si ellos quieren te escriben y te escriben y vos sos culpable de algo... porque cruzaste mal la calle y te caben diez mil causales. Hoy me di cuenta que es así.

-¿Deberían estar sentadas como imputadas las policías a las que él les pide ayuda?

Ricardo. Las policías femeninas que no se si serán las misma dos que el nombra. Nadie que es un ladrón va a ir a buscar dos policías a que lo ayuden. Un policía de veinticinco años de servicio tiene que darse cuenta. Si yo te relato que hay dos policías paradas en la esquina y se acerca un nene que te dice que le pegaron un tiro al amigo y le quisieron robar el auto, no es ladrón. Porque sino se escapan de la escena, desaparecen. Esta la primera instancia donde se juntaron las pruebas y trabajó el fiscal de primera instanca que es Leonel Gómez Barbela ante quien me tengo que sacar el sombrero. Trabajó codo a codo con nuestro abogado, fuimos a la casa a verlo aél desde el primer día y a cualquier hora nos atiende el teléfono.

La justicia lo va adeterminar, no soy quien para decir quien es el culpable. A esas dos pibas no las conozco y nos las vi. Si la justicia considera que hay pruebas suficientes para sentarlas el día de mañana, quizás siguen cayendo culpables. Hay un comisario mayor, un comisario isnpector que están recibiendo ordenes de alguien. En algun momento termina, es ahí donde empieza. El tiempo lo dirá. Miño y Fariña estuvieron rpesas, la Cámara y casación las largaron. Creemos en la jsuticia y optamos por el camino este. Espero que si ellas son culpables de algo y si la instrucción lo dice mañana que estén presas.

-Los sorprendió la rapidez en que llegó el juicio. ¿Piensan que la repercusión que tuvo ayudó?

Peca. Si, así fue. Porque tuvo mucha repercusión desde que pasó lo que pasó. Que hicieron lo que hicieron estos asesinos. Desde el hospital que los trasladamos, en las marchas, en casa, en el cementerio, en el velatorio. Los medios a la par de nosotros. Yo lo comparo, con todo respeto. al juicio de Fernando Baéz Sosa y tardó 3 años. Nosotros en un año y medio, con dos reconstrucciones. Con muchas cosas que pasaron en el medio, terribles pero muy positivas que se llegó al juicio tan rápido.

-¿Después de cada audiencia, cuando llegan asu casa, cuando se encuentran. Vos Joa cuando estás más solo? ¿Que es lo que les queda?

Joa. Que siga así como va, la verdad es la gran verdad. Y al fin al cabo cada un granito de arena de cada uno de los que estamos declarando te lleva a lo mismo. Termina siempre en lo mismo, hicieron las cosas mal, querían tapar algo. La verdad, no se puede tapar el sol con las manos.

-¿Qué esperaban esa mañana después que esa noche estuvieron encerrados en el Instituto  de Menores Inchausti?

Ricardo. A nosotros nos cambió la vida en todo sentido. Esa tarde noche verlos subir a un camión de traslado de detenidos y que se lo llevaron esposado y lo bajaron esposado como si fuera un delincuente. Hasta el otro día a la mañana seguía siendo un delincuente. Y cuando nos devuelven a los chicos, no nos explican porque estuvieron detenidos. No hay ni número de causa, no hay nada. No conozco el lugar que le podría haber pasado cualquier cosa adentro. Lamentablemente mi hijo lo tuvo que conocer, no lo entindo. Nunca lo voy a enteder.

-¿Durante esa noche pudieron tener algún contacto con los chicos?

Ricardo. Nos habían prometido que ibamos a tener contacto fluído y no fue así. Salió una psicologa que le hizo el ambiental a los chicos y a los padres que estábamos ahí. En un momento nos dice: “yo quiero que te quedes tranquilo, yo sé que tu hijo es inocente”. Yo le contetsé que si sabía que era así tenía que llamar a la secretaria automáticamente y que los largue inmediatamente. Porque me lo estaba diciendo a mí y eso yo ya lo sabía. No me contés lo que yo sé. Insistí hasta que te atienda, decile que tenes tres chicos oinocentes. Lo que arrojó el ambiental (test) son tres pibes sanos y que dicen la verdad. La formación que le di a mi hijo junto con mi señora ya la sabés, le dije. Aparte sabés porque me doy cuenta me dijo ella: ¿cuántos padres vinieron con los chicos, ninguno?. Porque llegaban muchos pibs detenidos y no vino ningún familiar de ellos en toda la noche. Está claro que son inocentes. Estaba afuera con los padres de Julián y los de Niven y veinte pibes que nos hicieron el aguante toda la noche. Esa noche fue llamar a uno, llamar a otro, gente que en mi vida los voy a conocer.

-¿Quë queda con la expectativa que termine el jucio?

Peca. Después de esto sigue la vida. El acompañamiento incondicional de ustedes. Buscamos tener un alivio en el corazón. Y nosotros tenemos que tratar de seguir viviendo con este dolor y que Lucas dscanse en paz. Tenemos que buscar el camino para sobrevivir. Tenemos dos chicos más, Tiziana de 10 añitos y Valentina de 15. Tengo que vivir por ellos. Les digo a ellos que me salvaron la vida, otra no hay. Si no fuera por la fuerza que me da Lucas y verlos a mis hjos día a día. Tener que levantarme, mi señora de vez en cuando en la clínica. Ya se hizo una costumbre para ellos no verla. Y yo tener que hacer de padre, madre, escuela. Darles de comer, venir, hacemos tarea, las cosas cotidianas de la vida, la rutina. Pero cambió la vida porque a veces me encuentro solo. Preguntarme dónde está mi familia. Lucas que vuelva por esa puerta.

-A veces flasheamos, como le digo a Cinthia, que está en otra provincia jugando, en otro país. Vamos a dejarlo ahí, con eso porque teníamos esa esperanza. Anelo de decirle hijo, nosotros hicimos este esfuerzo. Como todos los padres, como Ricardo, como Joaquin lo hace. Y no tener eso, verlos a los chicos jugar. Que pasen y gritaban Lucas todoe le tiempo...

-¿Era comilón?

Peca. En el último tiempo no lo había visto jugar, no tenía tiempo porque tenía que trabajar. La madre siguiédolo a todos lados donde jugaba, ella tenía 17 cuando nació Lucas. Yo tenía diecinueve y dejé de jugar, me tuve que poner a laburar.

-¿Dónde jugabas?

Peca. En Argentino de Quilmse como Joa (lo señala), mirá como son las cosas de la vida. Hice primera división en 2004 y dejé el futbol porque eran otras obligaciones. Ir a laburar y comprarle sus pañales, sus cosas. Y desde ese momento estoy en el mismo trabajo, hace dieciocho años.

-¿La remera para Joa la tenés?

Peca. No, ya la debo haber regalado, tengo muchísimas. Le mostré el cuadro de mi equipo de la temporada 2003-2004, jugaba de enganche como Lucas y era flaquito como él (risas). Pasó bastante agua bajo el puente. Hoy ya soy un viejo gruñón, con esa ilusión de que los chicos al menos tengan un futuro. Ellos también perdieron, ellos también sufren. No estár con su mamá o las necesidades que tiene mi hija como adolescente. Tiene 15 años y a mí me cuesta llegarle y buscarle lo positivo. Pero trato de ser ser compañero.  No el mejor pero darla la misma educación y el repeto que le dimos a Lucas que era un buen pibe.  Un pibe normal de barrio, humilde, con respeto vas a todos lados.

-¿Dónde estás jugando ahora Joa?

Joa. Jugué en Barracas todo el año pasado, fue difícil de llevar porque estaba todo muy fresco. Mis compañeros que eran los compañeros de Lucas me hcieron pasar más o menos normal. Después por diferentes motivos no pude seguir. Me va bien, sumando de a poquito, esperemos.

-¿Algo más para agregar?

Ricardo. Agradecer el espacio. Volvemos a recordar situaciones que no quisiéramos haber pasado jamás en la vida. Sabiendo que la decisión de tres inconscientes o asesinos se llevaron la vida de un pibe que tenía un futuro enorme. Nosotros no tenemos y no tenemos esa gana de decir que la justicia es una. Intentamos creer el camino que puede haber diferencias ideológicas, pero creemos que tenemos que vivir en el marco de la Ley. Queremos lo mismo para nsotros. Que se vistan de una forma o caminen de una forma no significa que seas delincunte, un color no te hace delincuente. Marcar esa diferecia es la diferencia que nos marca y nos hace vivir mejor como sociedad. Y eso lo tenemos que entender aunque nos duela y al margen de este caso que nos tocó vivir a nosotros. En cada posibilidad que podamos explicar esto. La gente que tiene odio por el color de piel, tiene que ir a terapia, canalizarlo en otro lado. Pero no podés bajar una arma y matar al pibe. Es algo que no se puede volver a repetir, desde ese día para acá es importante que no pase y si nuestro testimonio va a colabrorar con eso van a contar con nostros siempre. Gracias.