La familia de Juan Pablo Roldán, el oficial de la Policía Federal (PFA) asesinado ayer en el barrio de Palermo, cargó contra las autoridades y organismos de Derechos Humanos al considerar que los efectivos tienen miedo de utilizar sus armas para defenderse por las consecuencias legales y laborales que eso puede traer.
"Él era feliz siendo policía, era su pasión, lo que le gustaba hacer, pero no estaba conforme con las leyes y con todo lo que pasaba; que un policía no pueda ejercer como debiera porque termina preso, pierde su carrera, pierde todo. No se sentía respaldado por las leyes", dijo la esposa de Roldán, Carolina, en declaraciones al canal de noticias TN.
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"Hay una parte de la sociedad que no lo entiende. El policía está para ayudar, para defender, pero una parte de la sociedad va en contra de la Policía. La Policía simplemente trabaja, no maneja leyes", agregó.
Roldán se desempeñaba como Inspector del Cuerpo de Policía Montada de la PFA. El grado de inspector lo había sido alcanzado a principios del 2019 luego de más de 10 años en la fuerza. "Siempre veíamos las noticias, los casos que pasaban de un policía que se defendió, disparó, mató y perdió su carrera. Nunca un apoyo hacia el policía. Porque un policía se defiende, defiende a otro y mata, y es el malo. Es el monstruo para la gente”, remarcó.
Para la viuda de Roldán, los efectivos de las fuerzas policiales tienen miedo de utilizar sus armas reglamentarias debido a que pueden llegar a quedar detenidos aun cuando no hayan infringido los protocolos.”Un policía no tiene que tener miedo por disparar. Hoy fue él, pero si no hubiera sido otra persona. Dio su vida por otros”, dijo.
En la misma línea se manifestó la mamá de Roldán, Elba, quien viajó desde Entre Ríos en las últimas horas para despedir a su hijo. "Las leyes tienen que cambiar, porque siempre el policía es el que paga. A los presos les dan planes, tienen los derechos humanos para ellos, ¿y el policía que? Para ellos nada. Él laburaba todos los días de su vida por un misero sueldo". Luego, Carolina contó que su marido ganaba 30 mil pesos y tenía que hacer adicionales.
"Siempre el culpable es el policía y el chorro, el sinvergüenza, tiene todos los derechos. Le pegan un tiro a un preso y van los Derechos Humanos. Y si muere un policía, no va nadie. El Presidente tiene que fijarse bien en eso", completó.
En sintonía con esas declaraciones, el secretario de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D'Alessandro, fue más allá y vaticinó que de haberle disparo al pecho a su asesino Roldán estaría preso. “Si él le hubiera disparado al cuerpo de forma directa y lo hubiera abatido hoy Roldán estaría preso”, manifestó el funcionario que recordó el caso de un efectivo de la Policía de la Ciudad que neutralizó de una patada a un atacante que tenía un cuchillo y que se encuentra procesado ahora por homicidio simple.
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“Y seguimos discutiendo si la Taser es una herramienta válida o no para que la policía pueda utilizar en estas circunstancias”, afirmó el referente del área, quien recordó que aún no están permitidas.