Andrés Blaquier fue asesinado de un disparo al ser asaltado por dos "motochorros" que le robaron la moto BMW 1200 de color negro en octubre del año pasado. El hecho ocurrió el sábado 29 de aquel mes por la noche, en el kilómetro 50 de la Panamericana, en la zona norte del Gran Buenos Aires, y como consecuencia del hecho, fueron detenidos dos jóvenes de 17 años. A más de un año del crimen, los jueces del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de San Isidro hallaron culpables a los dos menores de ser "responsables del asesinato" del empresario. "Esperamos que se cumplan, lo que tenga que ser, y que sea lo máximo posible: perpetua", dijo la viuda del empresario.
La víctima circulaba junto a su esposa, Magdalena de Elordy, cuando fueron interceptados por dos delincuentes que iban a bordo de otra moto y lo amenazaron con un arma hasta que uno de ellos disparó contra Blaquier y acabó con su vida. Según se pudo comprobar a través de las cámaras de seguridad, la joven era quien manejaba el vehículo, y su pareja, "Lucianito", quien empuñaba un arma 9 milímetros.
Ambos, primos y quienes llegaron al juicio alojados en distintos institutos de menores de la provincia de Buenos Aires, persiguieron al empresario casi 10 kilómetros hasta alcanzarlo. Minutos más tarde, luego del homicidio, el delincuente que huyó con la moto de la víctima perdió el control a la altura del kilómetro 39 de la Panamericana: abandonó el vehículo y siguió la fuga con su cómplice.
Luego, mediante los datos aportados por testigos y el análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad de la autopista y sus alrededores, personal de la comisaría 5ta. y de la Subdirección Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Pilar identificaron al presunto autor material del crimen. En sus redes sociales, el menor compartía imágenes de las armas que utilizaba para atacar.
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Los acusados fueron señalados como "coautores" de los delitos de "robo agravado por el uso de arma de fuego y por resultar en lesiones graves, en concurso real con homicidio agravado criminis causa y por haberse cometido con arma de fuego" en perjuicio de Blaquier (62) y su pareja Magdalena De Elordy, quien sufrió la fractura de la rótula de su rodilla izquierda durante el mismo hecho.El veredicto tuvo la particularidad de que los jueces Alejandro Flori, Silvia Chomiez y Patricia Klentak solamente decidieron que los imputados eran "culpables" de los hechos y no pusieron posibles penas hasta un juicio de cesura posterior, en caso de que que sean declarados responsables. Esto debido a que el Código Penal no permite que se establezca una pena por ser menores de edad.
Durante los alegatos, la fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de San Isidro, Paula Romeo, sostuvo que los dos imputados eran culpables ya que tuvieron un "codominio funcional" de lo ocurrido, por lo que pidió que cuando cumplan la mayoría de edad sean alojados en una unidad penal.
Entre las pruebas que Romeo repasó en su alegato destacó los videos de las cámaras que mostraron todo el recorrido de los imputados desde la comisión del asalto hasta un hospital de Garín, donde uno de ellos se atendió por lesiones compatibles con una caída de moto -presuntamente la robada a Blaquier-; el cotejo de los mismos con imágenes de los rostros de los adolescentes y los dichos de sus novias los comprometieron.
A su turno, el abogado del particular damnificado, Ramiro Salaber, había pedido que los dos acusados sean condenados por los mismos delitos y agregó el agravante de la "alevosía", calificación con la que los imputados llegaron al debate. Por su parte, las defensas de los adolescentes, encabezadas por los letrados María Paz Rodríguez Senese y Santiago Moisés, habían solicitado la absolución y, subsidiariamente, una condena por "homicidio en ocasión de robo", un delito más leve.
Tras los alegatos de las partes, los dos acusados se abstuvieron de declarar en sus "últimas palabras". Según las fuentes, durante las audiencias se exhibieron una serie de pruebas que complicaron la situación de los adolescentes. Una de ellas fue un audio enviado por la madre de uno de los sospechosos cuatro horas después del crimen de Blaquier, en el que refería que su hijo le había confesado haberle disparado a otra persona.
También se analizaron los peritajes realizados sobre los teléfonos de los adolescentes y las declaraciones de las novias de los imputados, de lo que surgió que los sospechosos obtenían diferentes motocicletas de procedencia desconocida y presumiblemente robadas.
Por otro lado, en el juicio se reprodujeron los llamados al 911 que realizaron testigos presenciales del hecho y se mostraron las imágenes de las cámaras de seguridad de la autopista Panamericana, las cuales lograron reconstruir el recorrido de 10 kilómetros que realizaron los ladrones antes de interceptar a la víctima en una motocicleta Kawasaki verde y negra, para luego escapar en dirección al barrio Cri-Cri, de Garín, partido de Escobar, de donde son oriundos los dos sospechosos.
Otra de las pruebas destacadas por el Ministerio Público fueron las heridas que sufrió uno de los acusados el día del hecho, cuando se presentó en el hospital Dupuy, de Garín, con lesiones en el rostro y escoriaciones en ambas rodillas y en sus manos, las cuales la querella y la fiscalía consideran compatibles con un accidente de moto como el que tuvo el acusado de llevarse el rodado de Blaquier sobre la Panamericana.
Al escuchar el veredicto de los jueces Magdalena de Elordy rompieron en llanto y se abrazaron al grito de "justicia". “Sentimos mucha tranquilidad, estamos muy conformes con el veredicto. Fue un año difícil, de espera, pero siempre confiados en que la Justicia haga su trabajo. Mis hijos están conformes con lo que está sucediendo hoy. Sabíamos que iba a ser así, largo, pero agradecemos que haya sido en un año. Espero que se cumpla lo que tenga que ser y que sea la mayor condena posible: perpetua. Lo extraño un montón, en casa ocupaba un lugar enorme y se lo extraña mucho”, sentenció, entre lágrimas, en diálogo con la prensa.