31 Mayo de 2017 08:30
El 15 de noviembre de 1992, el odontólogo Ricardo Barreda mató a su esposa, su suegra y sus dos hijas en su casa de La Plata. El caso conmovió al país. Barreda siempre se mostró como víctima y acusó a su familia de decirle “conchita”. Sus abogados dijeron que actuó bajo emoción violenta.
Farré, en el juicio, junto a Tenca. Foto: Diario Clarin.
En el caso de Fernando Farré, el empresario que el 21 de agosto de 2015 degolló y mató de 74 puñaladas a su ex esposa Claudia Schaefer, la estrategia de su defensa es parecida a la de Barreda: dar a entender que actuó en estado de ira y que su ex lo maltrataba. Además, en los dos casos hubo indicios que apuntaron a la premeditación de los femicidios.
Barreda, durante el juicio.
"Pobre tipo" y "Conchita"
"Ella me decía que era un pobre tipo", dijo Farré, que es juzgado en San Isidro en un juicio por jurados. En su momento, también en el marco de un juicio oral, Barreda dijo que las mujeres de su familia lo maltrataban y le decían "Conchita". "Conchita andá a barrer, Conchita andá a limpiar la parra, Conchita andá a lavar los platos. Me decían todo eso", declaró Barreda.
Farré se codeaba con famosos. Podría ser condenado a perpetua.
Barreda y su ex novia Berta, quien murió hace dos años.
Las siniestras coincidencias
Las cinco coincidencias que unen a Farré con Barreda.
1) Presunta simulación
La defensa de Farré apunta a probar que el empresario actuó en estado de emoción violenta. Que su ex lo provocó o le mostró algo que lo enfureció y por eso reaccionó de la peor manera. La emoción violenta es atenuante en los casos de homicidio: contempla una pena de tres a seis años de prisión. En el caso de Barreda ocurrió algo similar: sus abogados defensores buscaron demostrar que el odontólogo actuó “harto” de los supuestos maltratos de su familia, lo que nunca fue probado.
La mirada de odio de un femicida.
2) ¿Planificación o rapto de locura?
Los investigadores sospechan que el femicidio de Farré fue premeditado. Se basan en que habría llevado los cuchillos a la reunión con la víctima y a los mensajes que habría mandado a un estudio de abogados para avisar que necesitaba asistencia jurídica porque iba a cometer un homicidio calificado. En el caso de Barreda pasó algo similar: llamó a un criminólogo para hacerle preguntas sobre armas y asistió a una charla sobre criminalística en La Plata.
Barreda está internado en Don Torcuato.
3) Atacar en el momento oportuno
Se cree que Farré esperó pacientemente que se venciera la restricción que le impedía acercarse a su ex mujer. Y aprovechó el momento indicado para volver a verla: la reunión en su casa en la que habían acordado ponerse de acuerdo en la división de bienes ante sus abogados. Barreda también habría esperado su momento oportuno: el domingo del crimen esperó a que su esposa, su suegra y sus dos hijas estuvieran en la casa. Sus hijas ya no vivían con él.
4) Inimputabilidad
?El abogado de Farré, Adrián Tenca, apunta a que su defendido sea declarado inimputable. Las pericias psiquiátricas se las harán la semana próxima. La estrategia es demostrar que estaba fuera de sus cabales, que no comprendió la criminalidad de sus actos. Recalcará que estaba en tratamiento psiquiátrico. Con Barreda pasó algo parecido. Cuando el el perito psiquiatra Miguel Maldonado sugirió que podía ser inimputable, Barreda lo frenó: “No se equivoque: yo no soy ningún loco”.
5) Victimización?
El anterior abogado de Farré dijo que el empresario se sentía humillado por el trato que recibía de su ex. “Le decía que era poco hombre”, es uno de los argumentos. Ayer dijo que le decía "pobre tipo". Barreda dijo en el juicio que las mujeres de su casa le decían que no servían para nada. “Me decían Conchita”, declaró.