Confiar en las personas equivocadas es uno de los riesgos que se pueden presentar en medio de un viaje de estilo “mochilero”. Para abaratar los costos y no detener la aventura, muchos viajeros optan por hacer dedo en la ruta. Este habría sido el caso de Marina Menegazzo y María José Coni, las mochileras asesinadas en Montañita. Ecuador.
Marina Menegazzo y María José Coni viajaron con dos amigas más y luego continuaron solas su recorrido.
Esta práctica es cuestionada porque no es conveniente realizarla en ciertas zonas. Se debe al riesgo de exponerse a situaciones poco seguras, en especial si se es mujer. Pero no siempre se tiene en cuenta. Las mochileras mendocinas también optaron por combinar tramos a dedo y otros en transporte público.
“Te morís a los dos días. Charlando con un camionero cinco horas. Si nos vieras a nosotras en las cajas de las camionetas te morís
La conversación es con la hermana de Marina, que también planea viajar por Latinoamérica.
En diálogo con su hermana menor llamada Belén, Marina, una de las víctimas, comentó hace tres semanas que llegaron a pasar cinco horas hablando con un camionero para que las ayudara a continuar con su viaje de mochila: “Te morís a los dos días. Charlando con un camionero cinco horas. Si nos vieras a nosotras en las cajas de las camionetas te morís”.
Su compañera de viaje y segunda víctima, María José, se sumó a la conversación y también chicaneó a la hermanita de Marina: “¿Nosotras viajando en un camión y vos así?”. La respuesta de Belén fue tajante: “Es de la clase baja de la familia. El año que viene voy a pasar por eso”.
La alegre conversación en tono humorístico terminó siendo una prueba de los riesgos que asumieron estas dos jóvenes.
La charla en la que las jóvenes revelan que viajaban a dedo.
El doctor Hugo Marietan, médico psiquiatra, aseguró en diálogo con BigBang que este tipo de actitudes reflejan que son un tipo de víctima denominada “propiciatoria”. “La víctima propiciatoria es la que asume un alto riesgo y de alguna forma parte de lo que moviliza el crimen. Con facilidad ocupa el lugar de víctima”, explica sin quitarle el peso de la responsabilidad de los agresores.
“La víctima propiciatoria es la que asume un alto riesgo y de alguna forma parte de lo que moviliza el crimen
“Acá el tema de ir de mochilero a un país de alto riesgo como es Ecuador ya hay un punto propiciatorio porque puede pasarte cualquier cosa, más siendo joven, mujer y confiando. Asimismo, hay que prevenir cualquier inconveniente. Seguramente, confiaron en estos hombres y fueron engañadas”, sostiene.
En la misma línea, el especialista sostiene que “jugaron con fuego y tenían altas probabilidades de que les pase algo por las condiciones del lugar”.
“Puede resultar odioso decir que se pusieron en riesgo, pero seguirán muriendo mujeres si no toman precauciones. Seguro se toparon con gente que los ayudaron y no les pasó nada y luego se confiaron. Pero se cruzaron con personas que se abusaron de esa confianza”, sumó.