Caminaba a la par de su papá. Iba tomado de la mano. Un disparo impactó en su espalda y en minutos se detuvo su vida. "Papá, me duele". Esas fueron las últimas palabras que le dijo Agustín Bustamante a su padre Martín antes de desvanecerse, luego de recibir un tiro en la espalda. El que gatilló el arma era otro menor, y según trascendió, estaba acompañado por su hermano.
Agustín iba de la mano de su padre al momento de recibir el disparo.
El hecho ocurrió el miércoles a las 21, en la calle Mayor Olivero al 1300 de Lomas de Zamora y el nene falleció mientras era atendido en la Clínica Boedo, hasta donde fue trasladado por su propio padre.
Martín está quebrado por el dolor. Junto a su esposa y sus otras dos hijas repasan una y otra vez el último momento compartido con su pequeño hijo.
"Ibamos caminando de la mano y los encuentro (a los asaltantes). Estaban escondidos y uno de ellos tenía un arma. Me robaron, me sacaron la plata y cuando se van, uno se da vuelta y me tiran. El que tenía el arma se sonrió. Me quisieron apuntar a mi, con tanta mala suerte que le pegaron a mi hijo", contó Martín.
"Ibamos caminando de la mano
El dolor del papá.
Era un noche más, en la que iban a cenar todos juntos antes de que Martín se vaya a trabajar. Paradójicamente, es empleado de seguridad privada. Quisieron comer una pizza y Agustín acompañó a su papá. Pero antes de llegar al comercio, fueron asaltados de manera irreparable. El poco dinero que se llevaron los delincuentes no tiene sentido. Nada lo tiene luego de que la vida de una criatura se pierde.
Los delincuentes se apoderaron de unos 200 pesos y el teléfono celular. Se alejaron uno metros caminando y luego se dieron vuelta y apuntaron. Efectuaron un único balazo y lo que era un robo terminó en tragedia.
En ese momento el padre del niño lo alzó y comenzó a correr para pedir ayuda. Agustín le dijo "papá, me duele" y al ver que estaba con una herida en la espalda, decidió llevarlo de inmediato a un centro asistencial con la ayuda de un vecino, donde el niño falleció.
El detenido tiene 16 años.
La bronca del barrio se hizo oír
Al grito de “Justicia, justicia, justicia” los vecinos realizaron una manifestación. Pero también decían otra palabra que simbolizaba el hartazgo: “Basta!”. Su indignación se transformó en piedras y fuego: incendiaron una casa allanada en el marco del crimen. A raíz de esto, una dotación de bomberos asistió al lugar para apagar el incendio, y junto con la policía, trataron de calmar la situación.
El momento del incendio.
El hecho comenzó a ser investigado opr la Unidad Funcional de Instrucción 4 de Lomas de Zamora, a cargo de Lorenzo Latorre, pero con la detención del adolescente, el expediente pasó a manos de la fiscal Isabel Lanfranchi, titular de la Fiscalía Penal Juvenil 4 del departamento Judicial de Lomas de Zamora.