El novio y el cuñado de Natalia Saban, la adolescente de 16 años asesinada el lunes de un disparo en la cabeza, se encuentran prófugos y estarían más complicados luego de que el informe preliminar de la autopsia revelara que el disparo que acabó con la vida de la joven fue ejecutado a corta distancia, lo que tiraría por la borda la coartada de la pareja de la víctima; ya que su hermanastro de 10 años declaró que había disparado él por accidente.
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El informe preliminar de la autopsia, realizada en la morgue del Hospital Carrillo de Ciudadela, detalla que Saban recibió un disparo "con orificio de entrada a la altura de la ceja derecha con salida por el parietal izquierdo". Del reporte los investigadores creen que, de acuerdo a la deflagración de pólvora encontrada en la herida, quien le disparó debió haber apoyado el caño del arma en su frente.Hasta ahora, la causa cuenta sólo con la confesión del nene de diez años, quien aseguró: “Fui yo el del disparo”. El nene explicó que el arma -calibre 32- pertenecía a su hermanastro de 20 años, quien le había pedido que se la cuidara porque tenía que ir al baño. “El nene contó que estaba manipulando el arma y decidió quitarle las balas, pero cuando cerró el tambor se produjo un estruendo y él salió corriendo tres cuadras hasta la casa de su madre”. En ese momento, de acuerdo al relato del menor, Natalia se encontraba en el patio.
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Por su parte, fuentes judiciales informaron que según los peritajes realizados en la vivienda donde ocurrió el hecho, se determinó que había manchas de sangre en la escena del crimen que fueron lavadas posteriormente.
De esta manera, sumado a que el novio y el suegro de la víctima esta noche permanecían prófugos, para el fiscal a cargo de la causa, Fabián Hualde, del Fuero Penal Juvenil de San Martín, ambos son los principales sospechosos del femicidio.