Este lunes, una multitud de personas se trasladaron hacia el Instituto Llobregat de Sallent en Barcelona, España, para pedir la renuncia del director por no hacerse cargo de que las hermanas Leila y Alana, que pedía llamarse Iván, sufrían acoso escolar. A una semana del estremecedor caso de las argentinxs que se tiraron de un tercer piso con intención de suicidarse, otra familia se manifestó en contra de la misma institución educativa afirmando: “Podría haber sido mi hijo”.
Según contó el padre del adolescente, que pidió no ser identificado ni él ni su hijo, el mismo grupo de chicos que instigaban constantemente a lxs gemelxs son los mismos que acosaron a su hijo de 16 años: “Son un grupo de niños mucho más chicos que mi hijo. Van en grupo y se dedican a insultarle... Son los mismos que acosaban a las gemelxs”. “A mi hijo lo llamaban gordo, gordo inmigrante. Le decían 'volvé a tu país'...”, contó el hombre también argentino sobre la manera en que calificaban negativamente a su descendencia.
Según contó, pocos días antes, los chicos volvieron a acosar a su hijo. “Él no aguantó más y les dio un golpe”, explicó el hombre. Entonces, un docente que vio la escena optó por expulsarlo del colegio. “Pero esto finalmente no ocurrió, porque ya nos habíamos puesto en contacto con la tutora, ella ya sabía la situación”, afirmó.
El desgarrador relato de la amiga de las gemelas argentinas y la denuncia contra sus docentes
Parece ironía pero no: el 13 de febrero, la familia del chico informó a la escuela del problema y el 21, el día en que ocurrió la tragedia de Alana (Iván) y Leila, la madre de ese menor tuvo una reunión en el colegio para tratar el tema. El padre detalló que su mujer se encontró con la escena: “Cuando mi mujer volvía a casa se encontró con el cuerpo del niño (Iván) en el suelo, se acababa de suicidar”. “Podría haber sido mi hijo”, agregó muy conmovido en diálogo con el sitio catalán Regió 7.
En la manifestación del lunes, otras alumnas del colegio contaron que en el caso de Iván, la situación era diferente a la del adolescente de 16, ya que las gemelxs supuestamente recibían asesoramiento psicológico pero "nunca detectaron que eran víctimas de bullying". En este sentido, hicieron hincapié en que muchas veces trataron a Iván como si fuera el agresor, por lo que solían expulsarlo de la escuela.
“No podía más y se defendía contra estos niños, les pegaba... y entonces le trataban como si fuera el malo de la película”, dijeron a Regió 7 las compañeras de Iván. Aitana, por su parte, la mejor amiga de Iván, dijo al diario catalán La Vanguardia que algunos compañeros les decían también “sudacas”, se reían de su acento y las discriminaban por el simple hecho de ser argentinas. “Alana (Iván) no se callaba, les plantaba cara, se defendía y al final siempre terminaban castigándola a ella”, agregó.
"Se reían de ellas por su acento": dos gemelas sufrían bullying por ser argentinas y se tiraron de un tercer piso
Según dijeron las compañeras, en algunas ocasiones, cuando sus papás no lo podían ir a buscar, lo dejaban en una sala bautizada como “la heladera”, por el frío que allí hace. “Es la sala de los castigados. Lo dejaban allí dentro solo porque sus padres no podían hacerse cargo”, contaron. Las alumnas también aseguraron que la escuela hacía oídos sordos porque ellas ya habían denunciado la situación a un profesor de Matemáticas: “Le dijimos (al profesor) que ese niño no era culpable de nada: que se metían con su acento, con su nacionalidad y porque se había cortado el pelo”.
“Claro que sabían que les hacían 'bullying'”, insistieron y sostuvieron que un día Iván tuvo un ataque de ansiedad después de una pelea en el patio de la escuela en el que terminó convulsionando. “Estaba convulsionando... le llevamos con una profesora que le dio un té de tilo para relajarse, pero la mayoría del tiempo los profesores en el patio no hacían nada”, se quejaron. Según contaron, para evitar conflictos, la escuela mandaba a los hermanos a otro patio, con alumnos más grandes, o a clases de artes plásticas y educación física: “Decían que lo hacían para evitar conflictos, pero a los niños que se metían con él no les decían nada, seguían igual”. Lamentablemente, Iván no sobrevivió a la caída y su hermana, Leila aún permanece internada aunque estabilizada en el hospital Parc Taulí de Sabadell.