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Le robó los cuadros a su madre y se los vendió a Costantini: la estafa de los US$140 millones

La secuestró durante un año y le sacó hasta las joyas. Qué respondió el dueño del Malba.

11 Agosto de 2022 12:49
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El caso mantiene en vilo a las principales páginas de Brasil y afectó directamente al fundador y presidente del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), Eduardo Costantini. Resulta que Sabine Boghici secuestró a su madre, Genevieve Boghici, la viuda de  Jean Boghici, uno de los más importantes coleccionistas de arte del país vecino, le robó un gran número de obras y le vendió dos cuadros, de 360 mil dólares, al empresario argentino.

De hecho, esta colección robada fue adquirida por el Malba el año pasado y este mes formarán parte de una muestra que tendrá como principal atracción la obra Diego y yo de Frida Kahlo. Según trascendió, Sabine mantuvo cautiva a su madre de 82 años durante un año para estafarla por 140 millones de dólares: vendió sus obras de artes, joyas y le robó dinero en efectivo. Dos de las innumerables piezas robadas cayeron en manos de Costantini.

La mujer, junto a otras tres personas, fue detenida en Río de Janeiro, en un escándalo que sacude a clase alta carioca. La Policía Civil de Río de Janeiro informó que, de las 16 obras de arte robadas, dos terminaron en manos de Costantini, quien aseguró que las compró de buena fe. Son las pinturas “Elevador Social” (1966), de Rubens Gerchman, y “Maquete para Meu Espelho” (1964), de Antonio Dias, valuadas cada una en 300.000 dólares.

De acuerdo con la información, el empresario argentino compró las obras en 2021 en una galería de arte brasileña. incluso, desde su entorno ya avisaron que tiene en su poder toda las documentaciones que confirma el estado legal de la compra. La cadena Globo detalló que Sabine vendió los cuadros que eran propiedad de su madre a distintas galerías de arte, las cuales no tardaron en revenderlas a museos y coleccionistas de todo el mundo.

En un comunicado, el fundador del Malba explicó: "A partir de la información pública sobre el robo a la viuda del coleccionista brasileño Jean Boghici, Eduardo Costantini aclara que en 2021 adquirió cuatro obras de esta importante colección de arte moderno brasileño por intermedio del galerista Ricardo Camargo”. Aparentemente, la hija de Jean Boghici vendió los cuadros a una galería de la ciudad de San Pablo y sus dueños hicieron lo propio con Constantini.

El robo que desbarató una investigación policial incluyó obras de arte que fueron recuperadas por la Comisaría de la Tercera Edad de la Policía Civil (investigaciones) de Río de Janeiro como “O Sono”, de Tarsila do Amaral, valorada en 58 millones de dólares. “Según la información sobre la procedencia, dos de estas obras pertenecían a la hija de Boghici y fueron compras de buena fe y debidamente registradas”, indicó el fundador del Malba.

Además, sostuvo que “durante el proceso y hasta la fecha, mantiene un vínculo directo con Genevieve Boghici, viuda del coleccionista, quien estaba al tanto de estas adquisiciones”. El robo también incluyó dos cuadros de Tarsila do Amaral, Sol Poente y Pont Neuf, que según los agentes valen 48 millones y US$29 millones, respectivamente, y de autores como Alberto Guignard, Emiliano Di Cavalcanti, Cícero Dias, Kao Chi-Feng, Ilya Glazunov, Emeric Marceir y Michel Macreau.

El cuadro Sol Poente de Tarsila do Amaral fue recuperado. Estaba debajo de la cama en la casa de Rosa Nicolau Stanesco, una de los cuatro detenidos, durante el allanamiento realizado en el barrio Abolicao, zona norte de Río de Janeiro. ¿Cómo se orquestó el robo? De acuerdo a la Policía Civil, hija de Genevieve articuló el plan en enero de 2020, cuando contrató a una mujer para que se acercara a su madre en la calle y le dijera que pronto moriría alguien de su familia. A partir de ese momento, la anciana fue presentada a otras dos mujeres, identificadas como adivina y madre de santo. Luego, el grupo le pidió que pagara “un trabajo” para salvar la vida de su hija.

Así, durante las primeras semanas, la anciana dio casi USD 100 mil a los delincuentes, mientras su hija despedía a los empleados más fieles de la mujer engañada para aislarla en su residencia. La mujer, con el pasar del tiempo, descubrió que fue engañada y dejó de pasarle dinero a la supuesta vidente. Entonces la hija comenzó a agredirla y amenazarla. Además, comenzó a llevarse las piezas del departamento. ”La propia señora víctima fue la que nos buscó en la comisaría, contrató un abogado que la trajo para contar todo. Ella estaba asustada por miedo a tener que denunciar a la hija”, contó el comisario Gilberto Cruz, de la Comisaría Especial de Atención a las Personas de la Tercera Edad de Río.