El efectivo de la Policía Metropolitana acusado de haber herido de gravedad de tres disparos al joven de 20 años, Lucas Cabello, en el barrio de La Boca, fue dejado en libertad, aunque seguirá procesado en la causa.
Se trata del policía Ricardo Ayala, quien está acusado de "homicidio en grado de tentativa, agravado por su condición de ser miembro de una fuerza de seguridad, con exceso en ejercicio de legítima defensa", por el ataque a tiros ocurrido el 9 de noviembre pasado.
El juez de instrucción Osvaldo Pappa decidió que Ayala siga en libertad aunque procesado, medida que será apelada por los abogados de la familia Cabello.
El abogado Nahuel Berguier sostuvo que "está claro que no fue en legítima defensa y en cambio fue una agresión lisa y llana", según dijeron testigos.
El letrado recordó que el policía metropolitano realizó tres disparos contra Cabello, inclusive cuando ya se encontraba tirado sobre la vereda.
El hecho ocurrió alrededor de las 15.30 en un edificio perteneciente al Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), utilizado como hogar en tránsito, situado Martín Rodríguez al 559, del barrio de La Boca.
Aparentemente, se produjo una discusión entre Cabello, que vive en el lugar, y al menos uno de los policías que cumplía una guardia en ese inmueble por amenazas de muerte entre dos mujeres que son vecinas, el cual terminó disparándole.
El muchacho fue trasladado al Hospital Argerich, donde permanece internado en grave estado y con riesgos de perder la movilidad o la motricidad.
La actual vicejefa de Gobierno porteña y gobernadora electa bonaerense, María Eugenia Vidal, adjudicó el inicio del entredicho por una denuncia por violencia de género en el que estaba involucrado el propio Cabello.
Pero el subjefe de la Policía Metropolitana, Raúl Pedace, tuvo que salir a admitir que Vidal estaba equivocada y que el incidente había comenzado con un entredicho entre las familias involucradas en la causa por amenazas, en el que el joven baleado intervino por ser amigo de uno de los implicados.