El viernes 14 de junio en horas del mediodía la Justicia volvió a elegir mirar hacia otro lado. Es que en vez de respaldar a una víctima de abuso sexual comprobada otorgó que, después de permanecer nada más que tres meses en prisión domiciliaria, los tres ex futbolistas de Vélez Braian Cufré, Abiel Osorio y José Florentín Bobadilla quedaran en libertad.
El 18 de marzo pasado, la fiscal Eugenia María Posse otorgó el arresto de los tres futbolistas tras la declaración de la denunciante en Cámara Gesell, exponiendo todo lo que había pasado. Con el correr de los días, se comprobó que los deportistas efectivamente abusaron sexualmente de la víctima y se les indicó la prisión en un domicilio ubicado en la provincia de Tucumán para permanecer cerca de los Tribunales en donde se llevaba adelante el tratamiento del caso.
En consecuencia, la jueza Eliana Gómez Moreira hizo caso a la fiscal y comprobó las puertas aportadas, por lo que el 21 de marzo dictó la prisión domiciliaria para Cufré, Osorio y Bobadilla con una duración de 90 días. En ese momento, los futbolistas tomaron la decisión de cumplirla en un country alquilado en Tucumán que los tres abonaron en conjunto.
Por su parte, Sebastián Sosa, también ex arquero de Vélez e implicado -porque fue quien organizó el encentro con la víctima- fue liberado en marzo pero con la condición de que, cada 45 días o cuando la fiscal de la causa se lo pida, debía regresar a la provincia tucumana para hacerse presente y declarar.
Si bien el plazo de los 90 días finalizaba la semana próxima, el viernes por la mañana se realizó de manera virtual una audiencia en la cual los abogados defensores de los tres implicados exigieron la libertad inmediata y la Justicia, sin más, otorgó que puedan regresar a Buenos Aires para continuar con su vida.
Lo cierto es que, si bien estuvieron casi tres meses en prisión, no fue la misma prisión domiciliaria que se les adjudica a otros imputados. En este caso, los futbolistas por su poderío económico decidieron alquilar una casa en un country para ellos dentro del complejo llamado La Arboleda y, a diferencia de otros presos, no tuvieron tobilleras electrónicas.
Cuando la justicia aprobó que Cufré, Osorio y Bobadilla se instalen en una mansión en el barrio privado "La Arboleda" de Villa Nougués, Tucumán, a la par confirmaron que no tenían stock de tobilleras electrónicas para poder tener un control de sus movimientos, como hacen con los presos que poseen prisión domiciliaria. Es por eso que se les ordenó un patrullero permanente en la puerta del domicilio para que no puedan escapar, pero tampoco se cumplió.
Todo fue dudoso y flojo de papeles en su permanencia dentro del country. Durante esos tres meses no hubo noticias de ninguno, simplemente fueron llamados a declarar, se encargaron de culpabilizar a la víctima sin hacerse cargo de lo que habían hecho y por su parte, el club Vélez decidió revocar el contrato que tenían en esa institución.
Ahora que la magistrada decidió avalar el pedido de los abogados y dejarlos en libertad, se les puso una sola condición que deberán cumplir: los tres futbolistas deberán fijar un domicilio en Argentina, presentarse cada 15 días en los Tribunales de Tucumán y no podrán salir del país sin autorización de la Justicia.
Cabe recordar que Sosa, que debía cumplir con un pedido similar, pidió instalarse en Uruguay para continuar con su carrera deportiva y la Justicia lo aprobó.