La secuencia quedó grabada por la cámara de seguridad del establecimiento y por estas horas, no se habla de otra cosa en la localidad de Munro, partido de Vicente López: Silvio Oscar Díaz, un hombre de 45 años, decidió llevar a las 16 horas del sábado a su hijo de once a una peluquería ubicada en la esquina de las calles Uzal y Debenedetti.
La decisión del hombre, hasta acá, podría relacionarse a que las peluquerías regresaron a sus actividades con fuertes medidas de seguridad tras un largo período de cierre por la pandemia. Pero cuando el peluquero terminó de cortarle el pelo al menor, éste se bajo de la silla, sacó un revolver de su cintura y se lo entregó a Díaz, quien apuntó al peluquero y le exigió dinero y todos sus elementos de valor.Padre e hijo escaparon del local después de robar alrededor de 3.000 pesos y de golpear al estilista. El asalto fue denunciado al 911 y tras un rápido accionar de los móviles del Comando de Patrullas y de la comisaría 3ra. de Vicente López, cerca de la peluquería asaltada, en la calle San Lorenzo 3300, la policía detuvo a Díaz junto al niño.Antes de la detención, según el informe policial, el nene descartó el arma, la cual se comprobó que era de juguete. Al tener sólo 11 años y ser inimputable, el nene fue entregado a su mamá en la comisaría, pero el padre quedó aprehendido a disposición del fiscal Gastón Larramendi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Oeste.
La causa quedó caratula como “robo agravado por el uso de arma no apta para el disparo y por su comisión en compañía de un menor”. “Es un hombre con antecedentes”, confió a una de las fuentes judiciales consultadas, que además adelantó que, luego de la indagatoria, el fiscal Larramendi pedirá la conversión de la aprehensión en detención.
Todo fue grabado por la cámara de seguridad de la peluquería. En las imágenes se puede ver como el chico le entregó a su padre el revólver que llevaba en la cintura. También se observa como Díaz golpeó al peluquero y le robó tres mil pesos en efectivo. El chico se mantuvo en silencio, no gritó ni se alteró durante el transcurso de todo el asalto.