La ciudad de Rosario se ha convertido hace ya bastante tiempo, en un lugar muy peligroso y violento para quienes allí viven. Cada día, las noticias muestran una nueva víctima que aparece asesinada en la calle, mientras que las bandas que se dedican al narcotráfico continúan con su lucha por ver quien maneja el negocio.
En el medio de la disputada territorial y de las venganzas, están las víctimas, como es el caso de Rosa, la mamá de Jonathan Plantés, quien fue asesinado el 29 de febrero de 2020 en la entrada de su casa en el barrio La Granada, crimen por el que casi un año después aún no hay detenidos.
"Acribillaron a mi nene y al papá. Yo vivía con mi hijo, y aunque estaba separada, su papá vivía atrás. Fue a las 20.30, en el horario que mi hijo volvía de trabajar, estaba en la vereda y le dispararon", explicó a este sitio la madre del joven de 20 años.
Ese día, ella se encontraba trabajando, aunque la llamaron para avisarle que algo malo había pasado. Preocupada se fue hasta su casa, y cuando llegó se encontró con que tanto Jonathan como su padre habían sido trasladados a un centro de salud porque habían recibido disparos con una pistola 9 milímetros por parte de alguien que pasó y siguió su rumbo.
"En ese momento ya no me dejaban pasar a la casa, pero no me dijeron que mi hijo había fallecido. El papá llegó vivo y dijo antes de morir quién había disparado", explicó dolida, al mismo tiempo que aseguró que el fiscal de la causa, Patricio Saldutti, sabe quien asesinó al joven, pero que aún así hasta el momento en la causa no hay ningún imputado.
Sobre esto, Rosa, que prefirió no dar a conocer su apellido, dijo que está segura que el asesino de su hijo tiene clara relación con la banda Los Monos (dedicada al narcotráfico), porque incluso tiempo antes del crimen, un día en que ella salió de su casa para ir a trabajar, vio a Jonathan en compañía de un chico al que pudo identificar, pero cuando le preguntó a su hijo si pasaba algo, él le dijo que no para cuidarla.
La víctima y su madre vivían en el barrio La Granada, cerca del casino City Center de Rosario, pero tras el hecho, Rosa no pudo volver a su vivienda porque los vecinos le robaron todo lo que había adentro, y se llevaron la llave.
"Cuando lo mataron, entró gente a la casa para desvalijarla, se llevaron todo. Mi hijo se había comprado la moto, se la robaron junto con los documentos de la casa. Desde la fiscalía no recuperaron nada, ni el celular", aclaró, y dijo que está segura que los ladrones fueron unos vecinos del barrio, y que a pesar de que ella hizo la denuncia por el robo, causa que está a cargo de la fiscal Raquel Almada, nunca la Justicia allanó a nadie.
"Están en libertad, igual que el asesino. Yo me tuve que ir de mi propia casa, y ahora me protejo sola porque no me dieron protección", se lamentó.
El fiscal que lleva adelante la causa por el crimen es Patricio Saldutti, y hasta ahora la investigación no arrojó ningún sospecho ni mucho menos algún detenido. De hecho, la propia madre de Jonathan presentó a varios testigos que vieron el asesinato para que contaran lo ocurrido, aunque según dice ella, todos mintieron a la hora de declarar.
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Muy apenada, y con una voz que por momentos se quebró ante el llanto, Rosa aclaró que durante estos 11 meses hizo todo sola, pero que la causa no avanza y ella necesita que se haga justicia.Además, mencionó a este portal que no entiende porque tras la muerte de su hijo la Justicia le entregó su cajón cerrado, sin que ella pudiera darle el último adiós como lo deseaba. "No me dejaron ver el cuerpo de él", se lamentó.
Según contó a BigBang, su hijo era una persona muy trabajadora y de buen corazón, que nunca le hacía mal a nadie, ni se metía con personas peligrosas. Por eso le cuesta entender aún que Jonathan haya muerto así, aunque está segura que el crimen tuvo que ver con la inseguridad que se vive en la ciudad que hoy está tomada por los narcotráficantes.
"En todos lados Rosario está así, es terrible como están matando gente. Hay balaceras y acribillan gente. No hay seguridad, ni se puede confiar en la policía", aseguró.
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Con un dolor enorme en el pecho, Rosa admitió que la está pasando muy mal, y que a pesar de que todo este tiempo fue al frente sola, ahora contactó a una abogada con la esperanza de que pueda ayudarla para que la investigación avance."Desde la Justicia no hicieron nada, tuve que andar sola. A mí me destrozaron la vida, y yo no me voy a olvidar nunca de este desastre que vivo, no merecía perder a mi hijo así. Me mantengo en pie por mi ángel, pero hay momentos que no me puedo ni levantar", cerró.