Increíble
21 Abril de 2025 15:30
En una escena digna de una película de intriga, Eduardo Piccirillo, padre del empresario Elías Piccirillo, fue interceptado por las cámaras de programas de chimentos durante su visita al penal de Ezeiza. Allí, el patriarca no se guardó nada y lanzó una serie de declaraciones explosivas que dejaron a más de uno boquiabierto.
"Está como toda persona inocente que tiene que estar acá. Se siente impotente", afirmó Eduardo con una mezcla de resignación y furia contenida. Según él, su hijo está injustamente tras las rejas, víctima de una causa que, asegura, fue armada: "Los jueces no lo escuchan, le hicieron una cama", sentenció, dejando en claro que la justicia, en este caso, parece tener más giros que una telenovela.
El padre del financista no se detuvo ahí. Con la misma contundencia con la que un chef lanza ingredientes a su sartén, Eduardo acusó a los jueces de haberse apropiado de 100 millones de pesos que, según él, pertenecían a su hijo: "Todo depende de los jueces, que se quedaron con todo. Le pidieron plata para no ponerlo en prisión y a los tres días le sacaron 100 millones de pesos", declaró sin pelos en la lengua.
Pero eso no es todo en este culebrón judicial: Eduardo confirmó la separación de su hijo y Jésica Cirio, añadiendo un toque de drama personal a la ya complicada situación. En esa línea, el papá de Piccirillo confirmó que la rubia no tiene nada que ver con su hijo; además, confesó su preocupación porque padece de varias enfermedades y Elías era el único sostén de la familia.
La causa: un laberinto Judicial
Elías Piccirillo fue detenido el 20 de marzo en su residencia en Nordelta, luego de una denuncia del empresario Francisco Hauque. Por su parte, Hauque fue detenido en enero en un operativo que terminó siendo más falso que un billete de tres pesos y acusado inicialmente de narcotráfico, Hauque señaló a Piccirillo como el cerebro detrás de una causa armada por una deuda millonaria.
La jueza federal María Eugenia Capuchetti anuló el caso al detectar irregularidades flagrantes en el operativo policial. Desde entonces, Piccirillo y varios agentes están bajo investigación. Sin embargo, un giro inesperado ocurrió cuando un arrepentido salió a la luz, revelando que el falso operativo fue orquestado por el comisario Iván Carlos Helguero y su equipo.
El testimonio de un policía arrepentido fue clave: "Nos precisaron que en el auto íbamos a encontrar dos paquetes con estupefacientes y un arma". Según el relato, el comisario Helguero había instruido a sus agentes con información previa sobre la presencia de drogas y armas en el vehículo de Hauque.
Con una trama digna de un thriller judicial, la historia de Elías Piccirillo continúa desarrollándose entre rejas y cámaras, mientras su padre sigue clamando porque la causa termine de esclarecerse.
