La imagen de un hombre con Kimey en brazos movilizó a todo el barrio de San Francisco Solano. "Es un loquito que veo siempre por acá, siempre está vestido igual", se la escucha decir a la mujer que se comunicó con el 911 tras reconocer a Horacio Soto, su vecino. Según dijo, vio los noticieros y lo reconoció. Otro vecino revisó la casa de Soto y por la ventana vio al niño. La policía rescató al menor y luego detuvo a Soto.
La imagen que movilizó al barrio Solano.
La noticia generó alivio por el niño y asombro por la revelación. Por más mote de "loco" o "extraño" que le atribuyeran los vecinos, ninguno imaginó que era capaz de retener a un menor en su casa. No es claro el motivo por el que actuó así ni qué pretendía luego con su secuestrado.
Soto es el único detenido por el secuestro de Kimey Dominic De Moraiz -el niño de tres años que el miércoles había desaparecido de su casa y que fue encontrado casi 24 horas después en una vivienda precaria ubicada a diez cuadras de su domicilio-. En el barrio lo llaman "el rengo" o "el paraguayo" (pese a que su nacionalidad es argentina).
Horacio Soto, tiene 38 años y no cuenta con antecedentes penales.
Luego de las 15 hs, Kimey había sido encontrado en una casa ubicada en la esquina de 821 y Donato Álvarez tras un intenso rastrillaje con perros a cargo de la Policía Bonaerense. Fue clave una llamada al 911, en la que una mujer sumó información sobre Soto.
Lo conocían como "el rengo" o "el paraguayo".
A los pocos minutos, aparecieron las imágenes de distintos canales registraron el lugar en donde el menor pasó las últimas 24 horas en manos de Soto. Se trata de una casa compartida, y sin terminar. La entrada es por un portón negro, y detrás había escombros, cemento y hasta una carreta.
Entre todos los datos que aportaron los vecinos se conoció que Soto se dedicaba a hacer manualidades y era fileteador. En la casa había algunos productos como azúcar, fideos sobre la mesa del comedor y se veía desde allí que el otro ambiente se encontraba el dormitorio con una sola cama y un baño.
En el edificio viven ocho familias y el detenido alquilaba un espacio para él sólo en la parte del fondo. El dueño de la propiedad contó que Soto tiene muy mala relación con sus vecinos. Actualmente se dedica a pintar carteles en la vía pública.
Kimey tiene 3 años.
Entre los datos que se pudieron reunir por parte de los investigadores, Soto es oriundo de Draimar, un barrio de Solano y fue empleado de empresas de seguridad hasta 2010.
Según contaron los padres del niño, Juliana y David, el nene estaba asustado. "Estaba súper asustado. No entendía nada de lo que estaba pasando. Pero no tenía ni un raspón. Fue hermoso volver a ver a mi hijo, volver a besarlo", aseguró la madre ante los medios apostados en la puerta de la comisaría en donde se produjo el reencuentro.
David estaba doblemente feliz debido a que su hijo se encontraba bien y porque pudo verlo. De la noticia se desprende un conflicto familiar. Según comentó el padre de Kimey, desde hace tiempo está separado de Juliana y por conflictos entre ambos, no mantienen un régimen de visitas. La familia materna del niño denunció a David y solicitó una restricción domiciliaria. "A la mamá le pediría que lo cuide más, eso y vemos cómo hacemos para que lo pueda ver más seguido", sumó David.
El momento del reencuentro.
"Tenía una sonrisa de oreja a oreja. Me dijo: 'Mamá, me fui a pasear sin vos'", contó la madre. Después, aclaró que no saben quién es el hombre que se lo llevó ni por qué lo hizo. "Fue horrible. Seguramente no estaba consciente de lo que estaba haciendo", aseguró.
Mientras tanto, Soto continúa detenido a la espera de ser convocado a declarar. Fuentes policiales insistieron en destacar que no tiene antecedentes penales, apenas una contravención que data de 2013.
Hasta el momento se conoció que Soto quedó imputado por secuestro de menores y probable abuso sexual. Se realizarán estudios sobre el niño para determinar si fue sometido a algún tipo de abuso sexual debido a que encontraron unas lesiones que podrían ser prueba de ello. Además, concluyeron que el niño estaba en pésimo estado de higiene.