Estaba internado hacía 16 años, su familia vive a varias horas del lugar y desde el centro de salud no dieron explicaciones exactas. En las últimas horas falleció un joven de 33 años en la Clínica Psiquiátrica San Juan, luego de sufrir cinco paros cardíacos. Según los allegados a la víctima, el episodio ocurrió producto de una sobredosis de la medicación que le brindaron.
El último miércoles desde el SAME llamaron a la madre del paciente internado con retraso madurativo y ansiedad crónica para informarle que el joven se encontraba con “presión baja”. A raíz de esto, su hermano concurrió al lugar ubicado en la calle 115, La Plata, y al ingresar le informaron que el paciente necesitaba una medicación urgente para “tratar una intoxicación”, con la que ellos no contaban.
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En medio de la desesperación, y sin saber con exactitud qué era lo que estaba pasando con la salud de su hermano, el familiar comenzó a recorrer farmacias, pero en ninguna de ellas encontró naloxona, lo que necesitaban para desintoxicarlo por consumo masivo de opiáceos. Es por esto que regresó a la clínica con el objetivo de recibir otra respuesta, pero se llevó la peor noticia de todas.Al entrar nuevamente a la clínica psiquiátrica, los médicos le informaron que el joven había sufrido cinco paros cardíacos y que estaban intentando reanimarlo y estabilizarlo. Pasaron pocos minutos desde que le emitieron dicho comunicado, y el hombre falleció ya que “no pudieron salvarlo”.
Frente a no recibir una explicación coherente por parte de la clínica, quienes no argumentaron el motivo de la intoxicación, el hermano de la víctima optó por recurrir a la justicia junto a su madre, quien había podido ver a su hijo por última vez 12 días antes. En base a esto, desde la UFI N°15 del Departamento Judicial de La Plata, a cargo de la fiscal Cecilia Corfield, se inició una investigación caratulada por “averiguación de causales de muerte”.
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Uno de los datos más estremecedores de la causa y que provocó que la familia recurriera a la justicia, tiene que ver con los distintos certificados de defunción que emitieron desde la clínica. En el escrito final indicaron que el joven murió por una insuficiencia cardíaca producto de una broncoaspiración, pero en el libro de la guardia figuró que el causal de muerte fue “intoxicación por opiáceo”.