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"Lo mataron por plata": el hermano de Pérez Algaba y su sospecha sobre los detenidos

Afirmó que a él también lo querían asesinar. 

13 Septiembre de 2023 16:07
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Pasaron casi dos meses del caso de Fernando Pérez Algaba, el empresario que se encontró descuartizado en un arroyo de Ingeniero Budge y todos los días la investigación suma nuevos capítulos para aportar a la causa. En principio son dos los detenidos señalados como los culpables de haber cometido el homicidio, Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas, se esperan aún más pruebas para poder dejar firme una condena. Ahora, fue el hermano de la víctima quien decidió romper el silencio y aportó nuevos datos que podrían servir de evidencia.

Hace dos semanas se rompió el pacto de silencio que tenían ambos detenidos y fue Vargas quien pidió declarar ante el fiscal Marcelo Domínguez, que es quien lleva adelante la causa, para contarle la versión de lo que había pasado. En ese entonces, se desligó de la muerte y afirmó quien culminó con la vida del empresario fue Pilepich con dos disparos.

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El 18 de julio a las 17 horas en el barrio Renacer de General Rodríguez, se habían reunido Algaba, con los dos detenidos de la causa para hacerse mutuamente una devolución de deudas que tenían. En ese entonces, Vargas confesó: “Cuando me dirigía hacia la parte trasera de la casa para abrir una ventana escuché dos disparos. En ese momento, me asusté y me quedé paralizado. Entonces, miré hacia la casa y vi que Maxi estaba asomado por una ventana y me llamaba con un gesto para que me acercara. Asustado, me dirigí hasta donde estaba Maxi y le pregunté qué había hecho”.

Y continuó: “Al llegar a la habitación en la que había dejado a Maxi y a Fernando encontré a Maxi con dos armas; una en la derecha y la otra con la izquierda. Entonces, Maxi me respondió que sabía lo que había hecho. 'Ya está, no aguantaba más, hay límites', me respondió Pilepich. En ese momento, Fernando ya estaba afuera de la casa, tirado boca arriba”.

Pero esos no fueron los únicos datos que aportó. Luego también indicó que la casa en donde se ejecutó el asesinato a “Lechuga” -como era conocido- fue derrumbada para quitar todo tipo de pruebas. “La demolición se hizo entre el 19 y 20 de julio, en las horas posteriores al homicidio. Creo que los escombros de la demolición se los llevaron, aunque no tengo idea dónde los arrojaron ni quién lo hizo”.

Días después, el fiscal Domínguez junto a los agentes de la División Casos Especiales Oeste de la Superintendencia de Policía Científica y un grupo de rescate de bomberos y brigadas caninas K9, se hicieron presentes en el lugar en el cual constataron que encontraron un cráter donde estaba ubicada la casa y luego de allanar, identificaron una motosierra, con la cual se sospecha que pudo haber sido la herramienta que utilizaron para descuartizar el cuerpo, guantes de goma y material genético.

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Todo apunta a que tanto Vargas como Pilepich fueron los responsables del homicidio y con razón se encuentran detenidos. Pero ahora, el hermano del empresario de 41 años, Rodolfo Pérez Iglesias, dejó en claro una vez más que siempre sospechó de aquellos dos pero que no pensó que iban a tener tanta maldad encima como para descuartizar a una persona y arrojarla en medio de un arroyo.

“Los que tenían que estar presos, están presos. Yo siempre sospeché de estas dos personas. Estoy seguro que a mi hermano lo mataron por plata”, aseguró en diálogo con La Nación. Incluso, hasta indicó que él también iba a ser víctima de Vargas y Pilepich pero que zafó únicamente porque no les siguió la estrategia que probablemente tenían armada, ofreciéndole un puesto de trabajo.

“Una semana antes del crimen, lo habían citado a él para proponerle trabajar en el emprendimiento inmobiliario 'Renacer' de General Rodríguez y para eso, mi hermano me mandó un mensaje para preguntarme si yo quería ir a trabajar ahí para recibir a la gente que iba a averiguar por los lotes. Mi conclusión es que esta gente tenía planificado no dejar ni un cabo suelto, que soy yo, y matar dos pájaros de un tiro", expresó.

En cuanto a los detenidos, diferenció a uno de otro manifestando que conocía a los dos. "A Nahuel no tengo palabras para decirle, pero nunca creí que este chico hubiese llegado a lo que llegó. Es un drogadicto que se acerca a la gente para sacarle plata para mantener su consumo”, amplió.

"Con respecto a Pilepich, sería una mala palabra. Tengo 60 años, nunca fui un mafioso, pero si hubiese tenido la posibilidad de hacerle lo mismo, se lo haría. Llegar a lo que llegaron, descuartizar a una persona, todavía no lo puedo digerir", detalló.