Era un domingo común y silvestre en el partido bonaerense de Berazategui hasta que los mates de Margarita se enfriaron al ver al menor de sus hijos llegar a su casa al grito de: “¡mamá, me golpearon!”. Ahí empezó una angustiante historia que ahora está en boca de todos y todas las argentinas. Mauro, de tan solo diez años, le había pedido autorización a su mamá para andar en bicicleta por el barrio, pero nunca se imaginaron lo que iba a suceder. Todavía no se precisó si el niño entró intencionalmente o por error a la cancha de golf del Country Abril. Lo cierto es que allí, tal cual como le describió el niño: “Había dos personas jugando al golf en un carrito rojo”.
Aunque el menor pidió perdón varias veces, la pareja estaba tomada por la furia. Fue el mismo niño quien contó que el hombre le pidió a la mujer pelotitas de golf para agredirlo: “Lo voy a cagar a pelotazos al pendejo”. Trascendió que se trata de una pareja de profesionales que viven por la zona. Ella es médica y él es abogado. La historia no termina ahí porque Franco (14), el hijo mayor de Margarita decidió ir a la cancha de golf a ver quiénes eran los que habían golpeado a su hermano; él los interceptó: “Ustedes fueron los que agredieron a mi hermano, un nene que andaba en bicicleta, le pegaron en las piernas y abollaron su bicicleta”, ¿la respuesta de los adultos? ¡Más violencia!
El abogado reaccionó de la peor manera: “Te voy a cagar a trompadas”, le dijo y le propinó una piña en el mentón al menor. El chico no quiso reaccionar, porque según le dijo a su madre, el agresor era “un señor grande”. ¡Y hay más! Cuando el padre de Franco y Mauro se enteró de la reacción violenta de la pareja, fue a su casa para intentar charlar. Sin embargo recibió una amenaza: “Soy abogado, si hacés la denuncia, te demando”.