03 Mayo de 2016 12:39
La Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata debe resolver en los próximos días la situación procesal de los jóvenes acusados de integrar bandas neonazis y protagonizar graves actos de discriminación y ataques por motivos políticos, sexuales y xenófobos.
Se trata de Oleksandr Levchenko, Alan Emanuel Olea, Gonzalo Paniagua, Nicolás Caputo, Franco Martín Pozas, Giuliano y Giordano Spagnolo, y un menor de edad cuyo nombre no trascendió.
Están acusados de haber actuado en diversos episodios de violencia que van desde pintadas, daños materiales y amenazas de muerte hasta fuertes golpizas.
Se define la situación de los ocho acusados de integrar bandas neonazis.
Luego de que sus abogados realizaran planteos contra la negativa de que seis de ellos fueran excarcelados, la Justicia dispuso realizar una audiencia oral y pública. Allí, expresaron que hay "déficit probatorio, imputación confusa, generalizada y global, e intromisión en la esfera íntima" de los acusados por los ataques neonazis, seis de los cuales están bajo con prisión preventiva.
La defensa pidió ante los camaristas Alejandro Taza, Eduardo Jiménez y Jorge Ferro la liberación de los imputados (que no estuvieron en la audiencia) y cuestionaron el procedimiento de la Fiscalía a lo largo de la investigación.
Quiénes son
Según fuentes de la causa, Levchenko, alias "El Rusito", y Spagnolo -quien junto a su hermano Giovanni, son conocidos como "Los Chilenos"- integran la "Banda del Rusito", "una organización de ideología nazi conocida por perseguir, atacar a personas por su género, orientación sexual, nacionalidad, ideología o religión".
Respecto de Caputo, se descubrió que es empleado municipal y trabaja como guardavidas en una de las playas del barrio La Perla, situado a pocas cuadras del centro marplatense. Según publicó el sitio 0223 de Mar del Plata, ingresó a la planta municipal en 2012 y es hijo de un histórico guardavidas de la ciudad.
En tanto, según el informe realizado por la Fundación La Alameda, Franco Pozas integraba el Foro Nacional Patriótico (Fonapa) que tiene como líder a Gustavo Pampillón, un hombre de 44 años, especializado en jiu jitsu), quien está señalado como líder del avance neonazi marplatense y protagonista de varios hechos de violencia en la ciudad.
En 2014, Javier Moreno, presidente de la Asociación Marplatense de Derechos a la Igualdad (Amadi), había denunciado a Levchenko en la Fiscalía Federal 2 por amenazas de muerte. También se lo señala como uno de los que participó de las agresiones a las mujeres que se manifestaron frente a la catedral durante el Encuentro Nacional de Mujeres, en octubre del año pasado.
A los detenidos se los acusa por diversos hechos de violencia.
Los argumentos de la defensa
Sus víctimas no fueron elegidas al azar, sino bajo la reivindicación del nazismo y el uso y difusión de simbología vinculada a ello, cuestiones contempladas como actos discriminatorios por la ley 23.592.
La defensa Paniagua y Caputo -integrantes de Bandera Negra- sostuvo que la agrupación “nunca existió como tal, ya que nunca llegó a constituirse”, y relató que los dos jóvenes formaban parte de una banda de rock llamada “Sin miedo a oír”.
Sobre las acusaciones, planteó que existieron “serias contradicciones” en el testimonio de Javier Moreno sobre los actos en “Nevermind”, el bar de su propiedad.
El bar "Nevermind", atacado por el grupo neonazi.
Según la versión de los acusados, el origen del disturbio fue por un llamado del baterista de la banda hacia Paniagua y Caputo, a partir de que había sido agredido por un patovica del lugar.
En ese sentido, negó que se haya tratado de un ataque discriminatorio y apuntó que los caños de PVC “nunca fueron encontrados, pese al rápido accionar de la policía”.
Por otro lado, reparó en el ataque ocurrido en Plaza España y sostuvo que “no hubo premeditación” y que “fue una gresca entre bandas enfrentadas”.
Los jóvenes y el clásico saludo con el brazo derecho en alto.
La ley de discriminación y el pedido de libertad
Por fuera de los hechos concretos, la defensa sostuvo que es “inaplicable la ley de discriminación” y apuntó contra una “imputación confusa, generalizada y global”.
De esta manera, solicitó la “libertad inmediata” e hizo referencia al “entorno familiar de contención” para garantizar la excarcelación.
Los acusados, al momento de ser detenidos.
A su turno, la defensa de Olea, Levchenko y el menor de edad cuestionó medidas probatorias, como una rueda de reconocimiento, por considerarla “extemporánea e ilegítima”.
Asimismo, hizo referencia a una “imputación genérica” y cargó contra una “intromisión en la esfera íntima” de los acusados y sus familias antes de que fueran imputados, a partir del acceso a llamadas telefónicas y chats.