07 Abril de 2017 05:33
Tenía miedo y su abuelo materno lo sabía. La investigación sobre el abuso y muerte de Florencia - la niña de 12 años que fue violada y asesinada en San Luis- continúa. De a poco va quedando claro que Flor sufría e intentaba decir lo que le pasaba.
"Dijo que Florencia no quería estar en San Luis, que tenía terror de vivir en su casa, que le había dicho a su madre y a su padrastro que a la noche le zarandeaban la cama, sentía una presencia, pero no le dieron bolilla", explicó.
Florencia sentía una "presencia" por las noches.
Su declaración sigue sumando indicios sobre unas sospechas que el entorno no supo o no pudo apreciar. Es evidente que no se detuvieron a pensar sobre los comentarios de Florencia. Algo la atormentaba por las noches. Los abusos sexuales están acreditados por los estudios practicados por forenses y pericias de laboratorios científicos, con hallazgo de semen.
Según dijo la jueza Virginia Palacios, otro testimonio importante en la investigación es el que realizó la madre de Lucas Gómez, el padrastro de Florencia. "La señora manifestó que había actitudes que no le gustaban tanto de su hijo como de Carina. La madre le decía "prostituta" constantemente a la niña. La hacían entrar al baño para acercarle las toallas al padrastro. A veces se quedaba un tiempo allí", describió Palacios.
Mientras tanto, Gómez continúa detenido. Hoy se define la situación procesal de la madre de la menor, Di Marco.
LA INVESTIGACIÓN
Por segunda vez, el hermanito de Florencia de nueve años fue entrevistado en Cámara Gessell. Él vio a su hermana por última vez en el interior del auto, cuando, presuntamente, ya estaba sin vida. Gómez les dijo que estaba dormida. El niño y su hermano menor estaban sentados en la parte de atrás. Gómez lo dejó en su escuela y siguió su camino.
Según la reconstrucción de los hechos realizada por los investigadores, Gómez desde ahi se dirigió a la zona del terraplén, en Saladillo, en donde el cuerpo de la menor fue arrojado.
Es poco lo que trascendió sobre el testimonio del niño. Se sabe que se mostró aturdido, confuso y bloqueado.
LO QUE SABÍA EL ENTORNO
Había más signos de alerta sobre los abusos que padecía la niña. Una de las pruebas claves la aportaron las antiguas docentes de la institución Florentino Ameghino, en Palmira, a la que asistía cuando vivían en Mendoza. Ellas contaron que le habían dicho a la madre de Florencia que la niña había relatado episodios de abuso en manos de su padrastro. La madre respondió que la niña mentía para faltar a clases. Pero tampoco hubo ninguna presentación de las docentes ante la Justicia frente a esos comentarios.
Carina y Lucas están detenidos.
Con el testimonio del cuerpo docente, se dictaminó la prisión preventiva de Di Marco, quien, al igual que Gómez, se abstuvo de declarar. Sus tres hijos, entre ellos la bebé que tuvo cuando fue asesinada Florencia, quedaron al cuidado del hermano de la mujer.
En el caso de Lucas Gómez está acusado de abusar y asesinar a Florencia. La imputación es "Abuso sexual con acceso carnal, doblemente agravado por la calidad de guardador y el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente, en concurso real con homicidio agravado criminis causa, por perpetrarse con alevosía y mediar circunstancias de violencia de género".
Gómez quedó cercado por varias pruebas. La más importante fue el análisis de ADN, que resultó positivo. Además hay cuatro testigos que ayudaron a identificarlo, al igual que filmaciones de una cámara de seguridad.