Daniel Sgardelis, uno de los denunciantes en el caso de abusos en el Instituto Próvolo de La Plata cuando era niño, describió su pesadilla y ratificó el reclamo para que la Suprema Corte de Justicia bonaerense no convalide la prescripción de la causa.

Sgardelis, quien es hipoacúsico, llegó al Próvolo luego de que sus padres recibieran recomendaciones sobre el instituto. "Creyó que yo podría aprender a hablar", recordó. Allí, estuvo como pupilo desde 1982 hasta 1991.

"Las víctimas de los abusos en el Instituto Próvolo callábamos la violencia y los abusos, hacíamos caso a los curas, creyendo que ellos eran los adultos que nos 'cuidaban' y 'educaban'", expresó en diálogo con la agencia de noticias Télam.

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Según declaró ante la fiscalía penal platense en 2017, Sgardelis, fue víctima de abusos y golpizas de parte del sacerdote Nicolás Corradi y de vejaciones por parte del profesor de informática José Brítez, quien estaba detenido y fue excarcelado luego de que semanas atrás la Sala Tercera del Tribunal de Casación Penal bonaerense declarara prescripta la causa.

"El cura Corradi me torturó. Esos abusos siguen lastimando", aseguró señalando que las víctimas del caso sienten "enojo" ante la prescripción de la causa. "Los jueces no tienen conciencia de esos daños ni tienen respeto por las personas sordas víctimas", subrayó. 

"En esa época guardamos silencio, no había prevención de abuso infantil, ni se hablaba de Educación Sexual Integral, ni de sexo, que se consideraba como un tabú", relató. 

En ese sentido, Sgardelis expresó que hoy se considera "un activista en contra del abuso infantil" y puso en relieve la importancia de "las campañas de prevención del abuso infantil, que los niños conozcan del tema, puedan defenderse y puedan hablar o denunciar cualquier acto al instante y sin miedo".

"La justicia también debe garantizar los derechos de los infantes sordos y personas sordas para garantizar la accesibilidad a la justicia con personal que sepa LSA (lengua de señas)", añadió.

Apelación

Días atrás, la fiscalía de juicio y el fiscal de Casación bonaerense apelaron la prescripción de la causa e hicieron reserva de llevarla ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense.

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La fiscalía especial de La Plata, a cargo de Cecilia Corfield, inició la investigación a fines de 2016, luego de que se conociera que los sacerdotes Nicolás Corradi y Horacio Corbacho, detenidos en Mendoza acusados de abusar sexualmente de varios niños hipoacúsicos del Instituto Próvolo de esa provincia, también habían trabajado en el Próvolo de la capital bonaerense.

Según la investigación, en los hechos hubo una "inusitada violencia desplegada para su comisión que nada la distingue de la aplicación de tormentos e imposición de torturas".