Después de que el sábado por la noche un pescador encontrara un cuerpo esqueletizado y semienterrado cerca del Canal Cola Ballena, ubicado entre las localidades de General Daniel Cerri y Villarino viejo, este martes la familia de la ex novia de Facundo Astudillo Castro denunció aprietes y amenazas de parte de la policía bonaerense, la fuerza de seguridad investigada por la desaparición del joven de 22 años, ocurrida el pasado 30 de abril.
Aunque el ex cuñado de Astudillo ya había revelado que durante las primeras semanas de investigación, varios oficiales de la bonaerense lo habían demorado y le habían insinuado que él debía hacerse cargo de la desaparición del muchacho luego de un allanamiento en su vivienda, lo cierto es que el hostigamiento contra Marcelo nunca cesó, y este martes al abrir las cortinas de su casa descubrió que un patrullero estaba parado en la puerta de su casa.
La información fue confirmada a este sitio por Leandro Aparicio, uno de los abogados de la mamá de Facundo, quien explicó que el hecho sucedió en la localidad de Mayor Buratovich, donde actualmente el hermano de la ex novia de Astudillo vive.
"Sr. gobernador su policía desaparecedora de Buratovich está amenazando a la persona que quisieron obligar que diga que Facundo estaba en Bahía", escribió además el letrado en su Facebook, donde publicó una imagen del patrullero detenido en la puerta de la casa de Marcelo.
En diálogo con BigBang, la mamá de Facundo, Cristina Castro, aclaró que "Marcelo tiene todos los días un patrullero en la puerta de la casa", y que no lo dejan ni hacer las compras ni salir de su casa.
"Hoy en día no lo dejan en paz. Cada vez que sale lo acosan y lo persiguen a donde va", denunció. Además, contó que al principio de la investigación, cuando todavía las fuerzas bonaerenses no habían sido apartadas, un grupo de policías fue hasta la casa del ex cuñado de Astudillo, y realizaron un allanamiento con el supuesto objetivo de buscar pruebas sobre la desaparición del joven.
Sin embargo, en medio del operativo Marcelo fue demorado, y en esa oportunidad los oficiales le insistían para que firmara una declaración en la que tenía que confirmar que había visto a Facundo en Bahía Blanca, algo que no era cierto.
Asustado tras la violencia y las amenazas que vivió, el hombre abandonó la casa que compartía con su familia, y juntos se mudaron a otra vivienda, donde este martes descubrió que otra vez, como pasa desde hace días, tiene un patrullero de la bonaerense parado en la puerta.
"Hay un exceso y una falta de compromiso, ya es grotesto el episodio de hoy. Están molestando de la misma forma que lo hicieron con mi hijo mayor", declaró a este sitio Castro, quien comentó que fue tal el acoso que recibió su hijo, que hasta se animó a llamar al presidente Alberto Fernández para pedirle ayuda.
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"A mi hijo en su casa de Pedro Luro le pusieron un patrullero en la puerta y estaban esperando para pararlo. Le preguntaban a dónde iba y se quedaban esperando, hasta que llamé al señor presidente y le dije lo que estaba pasando y se cortó la situación. Si tengo que volver a llamarlo, lo hago", admitió.En este sentido, denunció que actualmente su familia y los testigos que han declarado en la causa no cuentan con ningún tipo de protección, aún cuando ella misma le pidió a la fiscalía que "se acortaran la distancias", y que se buscara una manera concreta de que la Policía Federal parara cerca de las zonas investigadas.
"Pedí que la policía se quedara en un hotel, porque cada vez que pasa algo tenemos que esperar tres horas a que lleguen y aún así no acortaron las distancias", se lamentó, y agregó que ahora trabaja en conjunto con sus abogados para poder parar las amenazas y los aprietes que recibe Marcelo, quien no puede vivir tranquilo después de haber denunciado que la policía bonaerense lo quiso obligar a decir que había visto a Astudillo Castro en Bahía Blanca.
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Respecto al hallazgo del cuerpo que fue encontrado el sábado por la noche tras el llamado de un pescador que estaba en la zona del Canal Cola Ballena, Cristina Castro explicó que esa noche cuando llegó al lugar la Policía Federal ya estaba allí para preservar la zona y los restos hallados.Aunque todavía resta confirmar la identidad del cadáver (de hecho la autopsia será realizada la semana entrante), Castro está convencida de que se trata de su hijo, sobre todo porque allí mismo pero lejos del cuerpo se encontró la zapatilla del pie izquierdo del joven.
Sobre eso, la mamá del muchacho sostiene que al momento de haber sido detenido, una situación que quedó retratada en una imagen tomada por el celular de la oficial Jana Curuhinca, su hijo ya había sido agredido y que por eso le faltaba la zapatilla que este sábado se encontró.
"Esa foto es de la mañana (cuando fue retenido en un retén policial por no llevar el permiso de circulación necesario para viajar por la pandemia). Si fuera que la tenía puesta y la tapaba el pantalón, se vería la parte de la suela de la zapatilla. Pero ahí mi hijo ya estaba todo revolcado. Me imagino que ya ahí lo habían maltratado", cerró.
La investigación
Facundo Astudillo Castro fue visto por última vez el 30 de abril, día en que salió de la casa que compartía con su mamá en Pedro Luro, para viajar hasta Bahía Blanca, donde el joven había estado conviviendo meses atrás con su ex novia.Según contó infinidad de veces Cristina Castro a los medios, ese mismo día discutió con su hijo porque él decidió salir sin el permiso de circulación necesario para poder viajar en la pandemia, y horas después recibió la última llamada del joven, quien le aseguró que no la iba a volver a ver nunca más, sin poder dar demasiadas precisiones de lo que le había sucedido.
Aunque pasaron algunas semanas hasta que la familia pudo hacer la denuncia, finalmente el caso fue tomado por el fiscal Rodolfo de Lucía, de la Unidad Funcional de Instrucción N° 20 de Bahía Blanca, quien permitió que la propia policía bonaerense buscara al joven, aun cuando se trataba de la fuerza investigada.
Cuando Castro y su abogado Luciano Peretto se enteraron de que la bonaerense había realizado un rastrillaje para dar con Facundo, junto al letrado Leandro Aparicio radicaron una denuncia en la Justicia Federal, y desde entonces, se decidió apartar a la policía de la provincia y la causa fue tomada por el Santiago Ulpiano Martínez y la jueza María Gabriela Marrón.
A pesar de que al principio la investigación comenzó a avanzar, lo cierto es que con el paso del tiempo la querella empezó a mostrarse disconforme con la actuación del fiscal, y pidieron su recusación, solicitud que la jueza rechazó debido a que según su criterio Ulpiano Martínez trabajó de manera correcta.
Entre otras cosas, los abogados de Castro denunciaron que el fiscal tardó más de 10 días en abrir un libro de guardia que tenía secuestrado y que decía qué oficiales habían trabajado en la comisaría de Mayor Buratovich el día en que Facundo desapareció.
Además, según los abogados, Ulpiano Martínez se demoró mucho en aceptar al adiestrador de perros Marcos Herrero, propuesto por la querella para participar en los rastrillajes en las dependencias policiales donde se cree que el joven pudo haber estado detenido.
Más allá de que hubo otras situaciones que generaron dudas en la familia de Facundo, lo cierto es que tras las contradicciones que presentaron los policías investigados por la desaparición de Astudillo, la querella pidió al fiscal la detención de estos policías, algo que fue negado primero por el fiscal y luego por la jueza debido a que no hay suficientes evidencias en su contra.
Por esto mismo, actualmente Mario Gabriel Sosa, Jana Curuhinca, Alberto González y Siomara Flores permanecen en libertad, aun cuando en su declaración González admitió haber detenido al joven en un control, mientras que Flores indicó haberlo llevado en su auto.
De igual modo, gracias a los resultados de las pericias realizadas en los teléfonos de estos agentes, se determinó que Curuhinca fue quien sacó la foto de Facundo detenido junto a Sosa.
Durante los allanamientos realizados en las últimas semanas, se encontró entre la basura de la comisaría de Teniente Origone un amuleto del joven, al mismo tiempo que el pasado 5 de agosto en las cercanías de la Ruta Nacional 3 se hallaron prendas de vestir, zapatillas y un jarro cervecero de Boca, todos elementos que fueron mandados a analizar para determinar si pertenecían a Astudillo.
Dos días después de esto, en las proximidades del kilómetro 780 de la Ruta Nacional 3, también se descubrieron restos óseos quemados, los cuales serán analizados por el Equipo de Antropología Forense, ya que la Policía Federal no pudo determinar si se trata de huesos de personas.