A mano armada y sin límites. La modalidad delictiva cambia con el paso del tiempo y los asaltos a comercios barriales ya no son hechos menores. En la última semana se registraron robos con armas de fuego y una extrema violencia.
Se solicita a los comerciantes a no reaccionar violentamente.
La problemática cada vez golpea más fuerte a los comerciantes. Según los datos relevados en los últimos meses, se cometen siete robos cada hora. El registro lo realizó la Federación de Cámaras de Comercio (Fedecámaras), cuyo titular Rubén Manusovich, quien insistió a comerciantes de que "eviten estar armados o reaccionar violentamente, porque el resultado siempre es grave, con heridos o directamente fallecidos".
Como ejemplo, se puede citar a un hecho que ocurrió el domingo a la tarde, en la localidad bonaerense de Dock Sud.
Un hombre de nacionalidad china fue asesinado a balazos cuando se resistió arrojándoles un botellazo a tres delincuentes que llegaron con fines de robo a su supermercado.
El comercio está ubicado en la calle 12 de Octubre 615, como era de costumbre, su dueño Huang Yu Liang, y uno de sus sobrinos estaban atendiendo en la caja.
Si bien en un principio la policía señaló que se investigaba como hipótesis un posible ataque a la "mafia china", fuentes judiciales aclararon que se recolectaron testimonios clave que dejan en claro que se trató de un asalto. Asimismo, según lo que pudo reconstruir la policía, el comercio estaba por cerrar sus puertas cuando tres delincuentes ingresaron armados.
Los robos son más violentos.
Uno de los ladrones llevó al sobrino del dueño a la parte de atrás del local. Liang se resistió al asalto, discutió con los ladrones y les tiro una botella, lo que provocó la reacción de uno de los asaltantes que lo asesinó de tres disparos.
Los atacantes escaparon, mientras que al lugar arribó personal de la comisaría 1ra. de Avellaneda, con jurisdicción en la zona, y una ambulancia con la que Liang fue trasladado hasta el Hospital Fiorito, donde llegó sin vida.
Los médicos informaron que presentaba una herida de bala a la altura del cuello, otra en la cara interna de uno de sus muslo y un roce en uno de sus dedos, probablemente de defensa cuando quiso cubrirse con una mano.