Los cuatro policías imputados por la agresión a los jóvenes Qom de Fontana en la provincia de Chaco fueron beneficiados ayer con la prisión domiciliaria. Según el abogado de los efectivos, Justo Mencia, ellos poseen enfermedades de base y eso les trae serias complicaciones en medio de la pandemia del coronavirus.
La declaración presentada por el letrado fue tenida en cuenta por la Justicia, y se dispuso esta medida para los agentes que agredieron a los jóvenes durante la madrugada del 31 de mayo, en el barrio Banderas Argentinas de Fontana.
“En el día de la fecha, los fiscales en Derechos humanos (Lilian Irala y Sergio Cáceres Olivera) decretaron la prisión domiciliaria basados en los fundamentos impuestos por la defensa técnica”, manifestó el abogado en declaraciones a la prensa.
Los cuatro imputados son el oficial subayudante Cristian Eduardo Foschiatti, el sargento Cristian Omar Benítez, el cabo Cristian Ariel Flores y el agente Orlando Sergio Cabrera. “Hemos planteado esta situación por los cuatro que presentan situaciones similares”, manifestó también el abogado para alegar la domiciliaria.
Con respecto a la investigación por la cual se los imputa, señaló que los efectivos fueron detenidos “sin la orden judicial pertinente”.
“Recibimos la noticia de que en ese mismo momento el personal actuante procedió al secuestro de todos los elementos que arrojaron hacia la Comisaría y que también se hizo una inspección ocular en la misma y estaría faltando una inspección sobre los techos de donde se sustrajeron la mayoría de los elementos”, expresó el letrado.