21 Julio de 2016 14:28
Los familiares de Joanna Birriel, la joven argentina misionera asesinada en una prisión de Guatemala, cuando visitaba a un ex militar condenado por el asesinato de un obispo católico, no quieren saber nada con los periodistas.
"Disculpame pero no vamos a hablar con la prensa", dice un hombre en la casa de Elizabeth de France, la madre de Joanna, ante la consulta de BigBang.
Una respuesta similar es la que dan en otros teléfonos de la familia, cuando se les quiere preguntar sobre la historia de Joanna, asesinada el lunes último en la cárcel de Pavón, situada en las afueras de la capital guatemalteca.
Joanna Birriel, tenía 24 años, y se dedicaba al modelaje.
Un allegado a la familia sólo accedió a confirmar que la madre de Joanna no había viajado a Guatemala como había trascendido en un principio, por lo que el envío del cuerpo de la joven a la Argentina quedará en manos de las autoridades consulares y diplomáticas argentinas en aquel país.
Byron Lima, el Rey de las cárceles, había recibido la visita de la modelo.
Joanna no tiene hermanos y su padre no hay noticias. Su madre se refugió en casa de sus hermanos para mitigar su dolor, luego de haberse enterado por la prensa que su hija había muerto el lunes, durante un ataque en la cárcel de Pavón, una de las más peligrosas de Guatemala,cuando visitaba al ex capitán del Ejército Byron Molina, condenado a 20 años de prisión por el asesinato del obispo Juan Gerardi, en 1998.
Quizás su familia eligió el silencio luego de conocer la verdadera historia de con quién se había vinculado la joven, de 24 años, modelo, dueño de un cuerpo escultural.
Joanna había viajado a Guatemala a comienzos de año.
Joanna Birriel había viajado por primera vez a Guatemala en 2011 y allí había realizado algunas tareas de modelaje y promociones, por ejemplo, de marcas de cerveza. De alguna forma se conoció con Molina, que desde la prisión se convirtió en El Rey de la Cárceles, a punto de controlar todo lo que pasaba en la penitenciaría de Pavón.
Su crimen generó conmoción.
Birriel había viajado nuevamente a Guatemala a comienzos de este año y visitaba a Molina al menos una vez por mes. La excusa supuestamente era para conseguir un trabajo en una agencia de modelo o en la venta de máquinas y aparatos para hacer gimnasia.
Un amigo de Birriel le dijo a BigBang que le había recomendado a la muchacha que no visitara a Molina y que menos lo hiciera en Pavón, una cárcel controlada directamente por los presos.
Las tres hipótesis del caso
El ministro de Gobernación de Guatemala, Francisco Rivas, dijo a la prensa que la investigación tenía tres hipótesis sobre el ataque a tiros contra Lima, Joanna y doce presos.
La primera es que fue atacado por otro preso Marvin Montiel Marín, alias El Taquero, quien controlaba la venta de drogas y alcohol dentro de la cárcel. La segunda es que fue traicionado por sus propios hombres y la tercera es que el ataque fue ordenado desde afuera de la cárcel, por enemigos de Molina.