por Rodolfo Palacios
22 Octubre de 2015 11:41
Confundido, desapegado de todo lo que lo rodea, aun del femicidio atroz que cometió. Como si el crimen hubiera sido obra de otro. Así pasa sus días de encierro Fernando Farré, el empresario que el 21 de agosto degolló a su ex esposa, Claudia Schaefer, en su casa del country Martindale de Pilar.
El próximo lunes será examinado por los peritos psiquiatras y forenses que tratarán de develar qué hay en su compleja mente. Pero los investigadores pusieron en la mira los extraños y polémicos tratamientos que hacía el acusado antes de matar.
Farré atacó a su ex cuando se disponían a dividir los bienes ante sus abogados.
La misma terapia que Juan Castro
A dos meses del asesinato, BigBang confirmó en exclusiva que los investigadores habrían sumado una información valiosa para tratar de entender el historial psiquiátrico del femicida. Según trascendió, antes de cometer el asesinato, Farré había hecho un retiro espiritual. “Ese no es un dato menor porque hubo casos de personas con alteraciones mentales que volvieron de esos retiros mucho peor”, dijo una fuente del caso.
“Hubo personas que volvieron de esos retiros con alteraciones mentales
No es lo único: Farré también había hecho el mismo tratamiento del periodista de Juan Castro, quien murió el 5 de marzo de 2004 tras caerse del balcón de su casa mientras sufría alucinaciones.
Según se investigó en ese caso, la polémica terapia que hacía Castro se denomina Escuela Movimientos Ocultares de Desensibilización y Reprocesamiento (EMDR, por sus siglas en inglés). El método consiste en tratar ataques de pánico, fobias o traumas de la infancia
El psiquiatra de Juan Castro estuvo en la mira de la Justicia.
Tratamientos cuestionados
En este contexto, los investigadores creen que Farré volvía “cambiado” de sus retiros espirituales y de la cuestionada terapia psiquiátrica. "Ese tipo de tratamientos puede producir modificaciones en las personas y episodios psicóticos”, dijo una especialista que trabaja en el caso. Es por eso que los profesionales que lo trataron quedaron bajo la lupa de los pesquisas. De hecho, más allá de que buscaba “relajarse” en esos retiros, al volver le pegaba a su ex delante de sus hijos.
Uno de los enigmas que se enfrenta en esta etapa del causa es tratar de saber qué tratamientos siguió Farré y qué medicamentos tomó. Ignoran si se automedicaba o si había especialistas que le recetaban los remedios.
“Por su actitud es como si el femicidio lo hubiese cometido otro”, dice un perito.
Los “retiros”:
Farré participó de retiros espirituales. Foto ilustrativa.
En las primeras 48 horas de detención, Farré tuvo pensamientos suicidas. Estaba en shock. “Pero con el tiempo es como si no tuviera una respuesta emocional para lo que hizo”, dijo un allegado al caso. ¿El crimen fue planeado o fue un caso de emoción violenta? Los investigadores creen que hubo planificación.
El abogado Adrián Tenca quiere probar que su defendido actuó bajo emoción violenta.
De hecho se cree que mandó un mail a un abogado penalista para avisar que iba a matar a una persona. A partir del próximo lunes, los peritos tratarán de establecer si Farré sabía lo que hacía o si no comprendió la criminalidad de sus actos. En el primer caso, seguirá en la cárcel y podría ser condenado a perpetua. En el segundo, podría ser declarado inimputable y ser trasladado a un psiquiátrico.
Quizá el misterio empiece a develarse.
