28 Noviembre de 2016 11:50
Los hermanastros acusados de haber asesinado y calcinado a sus padres en la localidad de Pilar irán a juicio oral pese a que la pericia psiquiátrica determinó que el joven es “un psicótico inimputable” y que ella había sido beneficiada con la falta de mérito.
La pareja acusada de asesinar a sus padres, comprometida.
Se trata del doble parricidio de Pilar que fue descubierto el 13 de setiembre de 2015, cuando la Policía allanó la casa ubicada en Sarratea 2726 y encontró restos humanos quemados de las víctimas, Ricardo Ignacio Klein (54) y Miryam Esther Kowalczuk (52). En un baldío a unas ocho cuadras de la casa, se hallaron 16 bolsas con cenizas, huesos y más restos humanos calcinados.
Los imputados en la causa son Leandro Yamil Acosta (27) -hijo de la mujer asesinada-, y Karen Daniela Klein (23) -hija del hombre muerto-, quienes además de ser hermanastros eran pareja al momento de los hechos.
Un policía se horroriza ante la escena del crimen.
Ana María Harlap, perito oficial de la Asesoría Pericial San Isidro, escribió en sus conclusiones psiquiátricas que "al momento de los hechos, Acosta presentaba síntomas de alteración morbosa que perjudicaban su normal discernimiento", por lo que considera que está dentro de los parámetros de la inimputabilidad establecidos en el artículo 34 del Código Penal.
En otro tramo de su informe, la psiquiatra revela que Acosta presentaba "sentimientos de odio y ansiedad hacia ambas víctimas, en especial hacia su madre" a quien acusaba de "permanentes vejaciones desde los 3 años" y de "entregarlo" a sus parejas para ser abusado sexualmente. A pesar de estas conclusiones, el hombre irá a juicio oral.
Piñel y la cocina donde hizo un guiso con el corazón del padre.
Harlap explica que "lo que habría desatado su ira fue escuchar que (su padrastro) Klein pedía que le trajeran a su hija (la hermana menor de Acosta) porque 'ya estaba lista', a lo cual el examinado interpretó que quería abusar sexualmente de ella". Según la especialista, esto fue "una interpretación que guarda coherencia y coincidencia con la temática delirante expuesta".
Pese a este dictamen forense, la fiscal Zyseskind requirió el juicio para Acosta para que sea un tribunal oral el que determine en un debate, con todos los peritos, si el acusado es o no imputable.
En el caso de Karen, en su momento fue beneficiada con una falta de mérito, ya que declaró que ella sólo fue testigo de los crímenes de sus padres y que si no había denunciado nada era porque estaba amenazada por Acosta, pero la fiscal Zyseskind también optó por mandarla a juicio para que sea un tribunal el que defina si tuvo o no algún grado de participación.