12 Marzo de 2020 13:02
En pocos días se cumplirán dos meses del homicidio de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado a golpes a la salida del boliche Le Brique de Villa Gesell. Con la investigación todavía en su etapa inicial, los familiares de los diez imputados por el crimen hicieron público un comunicado en el que apoyaron a Hugo Tomei, uno de los dos abogados que los defiende. Quién paga la millonaria defensa, por qué negaron haber intentado asesorarse con otros penalistas y la historia detrás del apoyo a la "defensa en bloque".
"Ante las reiteradas e insistentes manifestaciones públicas en los diferentes medios masivos de comunicación por profesionales del derecho, algunas de las cuales atentan contra la ética profesional que dicen ejercer, hacemos saber que el núcleo familiar de cada uno de nuestros hijos vinculados a la instrucción penal; jamás intentó comunicarse de manera individual o conjunta, personal o telefónica, con ningún letrado de la matrícula que no fuera el doctor Hugo Tomei", indicaron.
La aclaración llega después de que se especulara con una eventual ruptura de la defensa en bloque por parte de al menos cuatro de los imputados en el crimen. De acuerdo a lo que pudo confirmar BigBang, existieron comunicaciones con otros abogados, pero ninguna llegó a buen puerto. "La mayoría no tiene el dinero para poder afrontar una defensa de estas características", reconocen fuentes consultadas.
De acuerdo a lo informado por Crónica TV, la defensa de los rugbiers fue financiada en una primera etapa por el padre de Máximo Thomsen, uno de los más complicados en la causa. Sólo dos familias pagaron el anticipo del costo judicial: 300 mil dólares; 200 mil fueron pagos por el padre de Marcial Thomsen y el resto se completó con la entrega de una propiedad. Cabe destacar que Tomei asumió la defensa de los rugbiers el mismo 18 de enero en el que fueron detenidos en Villa Gesell y, desde entonces, mantuvo una distante relación con los medios de comunicaciones, con quienes siempre dialogó en "off": es decir, con la condición de no citarlo con nombre y apellido.
En el comunicado, los padres de los diez imputados destacaron la distancia que Tomei mantuvo con los medios. "El ejercicio profesional del doctor nos merece nuestra plena confianza y la de nuestros hijos. En particular, estamos de acuerdo con el ejercicio de su tarea técnica, en un contexto que excede los límites del proceso y consideramos respetuosa de los sentimientos de los padres y seres queridos de la víctima".
Leé también | Un año antes de asesinar a Fernando, dos de los rugbiers desfiguraron a un chico de 21 años
"Su silencio en los medios es nuestra forma de manifestarnos ante el dolor que nos abruma a todos; puesto que también somos padres y rechazaríamos que el profesional designado recorra los espacios televisivos para fomentar en cada momento la revictimización".
También somos padres y rechazaríamos que el profesional designado recorra los espacios televisivos para fomentar en cada momento la revictimización"
Por último, pese a que aseguraron que en ningún momento se comunicaron con otros posibles abogados defensores, los familiares de los rugbiers les agradecieron "el interés" a "aquellos abogados que han ofrecido sus servicios comunicándose con las distintas familiar para actuar en defensa de los derechos de nuestros hijos en el marco del expediente indicado".
La defensa de Tomei llega después de que Telefe Noticias revelara que el 20 de febrero, en el marco de la citación realizada por la fiscal Verónica Zamboni, uno de los dos rugbiers liberados -Juan Pedro Guarino- manifestó su voluntad de declarar, pero denunció: "No me dejan". Esa fue la frase que Guarino le habría dicho a Zamboni en la audiencia. Las actas dan cuenta de que los dos rugbiers liberados se negaron a declarar de modo oficial, aunque allegados a Guarino revelaron qué fue lo que sucedió en realidad.
Lo primero que hizo Guarino fue preguntarle a la fiscal: "¿Voy a volver a estar preso?". Mientras la fiscal le explicaba que seguía sin tener pruebas que lo involucraran y que seguría en libertad, el rugbier se quebró en llanto. "Quiero declarar, quiero contar todo lo que sé", aseguró el adolescente. Tomei, quien se encontraba a su lado, lo frenó de inmediato: "Vos ahora no hablás".
Quiero declarar, quiero contar todo lo que sé; pero no me dejan"
Guarino volvió a mirar a la fiscal e insistió: "No me importa. Quiero contar todo lo que vi, todo lo que sé". Atento a la posibilidad del quiebre del pacto de silencio, Tomei volvió a interrumpirlo y le advirtió a Zamboni que no estaban "dadas las garantías como para que declare hoy, así que no va a decir nada". El imputado miró a la fiscal una vez más: "Quiero que conste en actas que la próxima vez que esté frente a usted voy a decir toda la verdad. Quiero declarar, pero no me dejan".
Leé también | Los mensajes borrados de los rugbiers y la confirmación: "Hay al menos dos involucrados más"
Milanesi, por su parte, también anticipó que romperá el pacto de silencio, algo que ahora tras la publicación del comunicado queda descartado. "Ahora no me siento bien, pero también quiero hablar", anticipó en el encuentro. Pese a la presencia de su abogado, quien basa la defensa en la "desprolijidad" de la fiscal, Milanesi le pidió abrazarla al cierre del encuentro. "No es lo que corresponde", se excusó la fiscal, aunque le extendió su mano.
"Queremos aclararle que estamos muy conformes con el modo en el que está encarando la investigación", cerraron los dos rugbiers liberados, a diferencia del resto de los imputados, quienes la acusaron de mentirosa.